Voces a favor de la continuidad han surgido ya, como la de Isidro Díaz De Bustamante, presidente de la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada, que apuesta por seguir trabajando juntos, sanidad pública y sanidad privada, en favor del beneficio de los pacientes. Y aprovecha para recordar los recursos que la sanidad privada aporta en la Comunidad de Madrid.
Si bien es cierto que los beneficios de la colaboración público-privada son palpables en la sanidad madrileña, especialmente en el ámbito hospitalario, no es momento de autocomplacencia, uno de los riesgos de la estabilidad. Y sí de seguir trabajando y escuchando para mejorar la sanidad de Madrid.
Por ejemplo, hay cosas que mejorar en la Atención Primaria. Recientemente, hemos podido leer en la prensa que el 66% de los centros de salud de Madrid supera la ratio de niños por pediatra recomendada. Esto es consecuencia directa de que el número de pediatras se ha reducido en los últimos 4 años. Urge reforzar la plantilla de los centros de salud, pero a esto se une otro problema del que ya hemos hablado: los médicos se van, tanto los de Familia como los Pediatras. He aquí un reto muy importante para afrontar los próximos cuatro años.
Y mientras tanto, a la espera de saber si “algo” va a cambiar, la vida sigue adelante y hay que seguir tomando decisiones, tanto en el ámbito asistencial como en el de la Salud Pública. Una de las primeras que se han anunciado es que a partir de octubre Madrid va a inmunizar a menores de seis meses frente al virus respiratorio sincitial (VRS). Se trata de un patógeno estacional común, que como indica su nombre, afecta a las vías respiratorias, provocando bronquiolitis o neumonías.
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