Por suerte, dentro del cúmulo de malas noticias que acostumbramos a leer sobre sanidad, especialmente todas las relacionadas con las listas de espera, de forma ocasional aparece algún brote verde o alguna pista que nos permite vislumbrar en qué dirección caminar si queremos encontrar soluciones. Y no es la primera vez que alguno de estos indicios tiene su origen en Madrid.
Estos día podemos leer en la prensa que han sido analizados seis hospitales de la zona sur de de la comunidad de Madrid. Por si alguien no lo sabe, conviene recordar que los hospitales públicos de Madrid están divididos en tres categorías: alta complejidad, media complejidad y baja complejidad. Los de la zona sur de Madrid son los que dan servicio a núcleos de población populosos como Móstoles, Leganés, Alcorcón o Fuenlabrada. Los hospitales de esta zona que han sido estudiados son: el Hospital de Móstoles, el Hospital de Fuenlabrada, el Hospital Severo Ochoa (Leganés), el Hospital de Getafe, el Hospital Rey Juan Carlos (Móstoles), el Hospital Fundación Alcorcón y el Hospital de Fuenlabrada. Todos ellos dan servicio a la sanidad pública madrileña y todos ellos comparten que están enmarcados en la categoría de complejidad media.
Lo que es diferente es la gestión que se lleva a cabo en cada hospital, que en el caso del Hospital Rey Juan Carlos es indirecta o, dicho de otra forma, es gestión privada fruto de un acuerdo de colaboración público-privada. Y a tenor de los resultados de la comparativa realizada no es la única diferencia. Este hospital es, por un lado, el que menos financiación recibió en 2018: 590 euros per cápita (es decir, por cada habitante asignado). El Hospital Universitario Fundación Alcorcón recibió en el mismo período de tiempo 960 euros por ciudadano asignado. Si alguien quiere datos de todos los hospitales puede consultarlos en este artículo de El Boletín.
Por otro lado, y pese a ser el Hospital que requirió menor financiación, el Hospital Rey Juan Carlos presentó la mejor ratio de peso medio de los seis centros, (quiere decir que fue donde más recursos se emplearon con los pacientes), y el que presenta un menor tiempo de espera de los usuarios, tanto para ser recibidos en consulta como para ser operados. Por último, y dado que en Madrid se puso en marcha un sistema de libre elección de centro por parte de los pacientes, más de 41.000 madrileños asignados a otros centros eligieron ser atendidos en el Rey Juan Carlos.
La conclusión parece clara: si los seis hospitales tuvieran el mismo tipo de gestión indirecta, el ahorro sería importante, en el artículo vinculado lo estiman en casi 200 millones de euros al año, y las listas de espera serían menores.
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