Una de las grandes decepciones de la campaña electoral de cara a las elecciones municipales, autonómicas y europeas del próximo 26 de mayo ha sido el poco tiempo que nuestros políticos han destinado a la Sanidad. Los comicios de este domingo serán cruciales para el que, a todas luces, es uno de los pilares de nuestro Estado de Derecho, pero parece que nuestros políticos se empeñan en otros menesteres que, si bien llenan discursos y enfrentamientos frente a la pantalla, carecen de trascendencia para el ciudadano.
Es un ejercicio interesante analizar los programas electorales de los partidos de cara al 26M. Desde Ciudadanos, el candidato de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado ha sorprendido con más medidas de las inicialmente esperadas. Entre otras cosas, plantea una mayor transparencia y auditorías en el Sermas, la inversión en tecnología sanitaria y la despolitización del sistema. El partido presidido por Albert Rivera, además, propone un aumento de camas hospitalarias y una mejor eficiencia de los Recursos Humanos. Las medidas, ambiciosas, pondrían fin sin se cumplieran a parte de los problemas que sufre nuestro sistema sanitario: colapso,maquinaria anticuada, profesionales saturados…
También asegura la formación naranja que potenciará la Atención Primaria, que paró esta semana para reclamar medidas urgentes, y que trabajará en la formación de profesionales para identificar y frenar la violencia machista.
A nivel regional, el PSOE ha prometido el acceso universal a los servicios sanitarios así como impulsar los cuidados paliativos y la salud bucodental, medidas que el partido ya llevó en su programa a nivel nacional. Un calendario común de vacunaciones o medidas para implementar un uso sensato de los medicamentos son otras medidas en lista. Poca mención de los socialistas, eso sí, a medidas para atajar las listas de espera en las distintas regiones españolas o aligerar la carga de los profesionales que trabajan sin descanso en muchos centros de salud.
Por parte del Partido Popular, parece que las elecciones autonómicas y municipales han hecho que el partido que preside Casado preste atención a la España vaciada, ya que los cabezas de lista autonómicos están poniendo gran énfasis en el asunto. Destaca también, y no es baladí, la idea de instalar impresoras 3D en los hospitales públicos. No olvidemos la necesidad de que nuestros políticos defiendan la implementación tecnológica en los hospitales pues, si bien es cierto que hay problemas prioritarios, España no puede quedarse atrás en otras medidas que hagan de nuestra Sanidad la vanguardia de Europa.
Desde Unidas Podemos han defendido que habrá un notable incremento de la inversión en Sanidad. Desde luego, estaría bien que la promesa fuera cierta a tenor de las declaraciones de la candidata madrileña y su negativa a que el sistema acepte donaciones desinteresadas.
A este respecto, la formación presidida por Iglesias ha demostrado su escaso conocimiento del sistema sanitario. No solo el resto de partidos ha crticado que Podemos condene las donaciones, sino que también médicos e, incluso, la Asociación Española contra el Cáncer, ha puesto de relieve la necesidad de más acciones desinteresadas para mejorar el sistema. Con el dinero de Ortega (mal llamado limosna por los líderes de Podemos), los hospitales españoles han renovado maquinaria y han acelerado importantes procesos en enfermedades tan importantes como el cáncer. Quizá la formación morada debería preocuparse un poco más de los ciudadanos y preguntarse qué es lo mejor para ellos. Si, a día de hoy, la inversión continúa siendo insuficiente, ¿por qué no puede el sistema beneficiarse de otras ayudas?
Vox, que defiende como principal medida la devolución de las competencias sanitarias al Gobierno central, ha hablado en campaña de la necesidad de incrementar el tiempo del médico con el paciente en la Atención Primaria así como mejoras salariales e incremento de la plantilla.
Ya veremos qué ocurre el domingo próximo. Esperemos, gobierne el color que gobierne, que nuestra sanidad no se vea afectada por la victoria de un signo o de otro. La politización de nuestro sistema sanitario y la manipulación del mensaje con fines partidistas es uno de los grandes problemas que adolece el sistema y su solución, sin duda, depende solo de nuestros políticos.