viernes, 26 de mayo de 2017
El sistema sanitario español está bien valorado a nivel internacional en calidad y asistencia
Ha publicado un informe la revista The Lancet, financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates, donde se analizan los sistemas sanitarios de cada país, valorando su calidad y acceso a la atención sanitaria, y además, permitiendo conocer la evolución de la misma durante un periodo de 25 años.
Lo que nos interesa es que este informe asegura que España se encuentra en el ranking de los diez países mejor posicionados, en concreto en el puesto 8 de 195 países, sumando más de 15 puntos en el índice en ese periodo de 25 años, según los párametros que se utilizan para recopilar y valorar los datos. ¿Quién ocupa el primer puesto? Andorra es el líder en atención sanitaria. Curiosamente, con un sistema de salud que es de copago.
Además, el estudio demuestra que no siempre tener un mayor desarrollo, una economía más fuerte o un PIB más elevado te sitúa, desde el punto de vista sanitario, por encima de otros países (se llama la atención sobre Estados Unidos o Reino Unido, por ejemplo, que están alejados de los primeros puestos), contrario a lo que podríamos pensar en un principio.
Por otro lado, en relación a España, y viendo el resultado de Andorra y como es su sistema sanitario, uno entiende que en el buen resultado obtenido algo habrá tenido que ver el apoyo del sistema privado complementario, sobre todo, porque descarga de presión asistencial y financiera al sistema público, y lo que importa al final, hace al sistema sostenible (calidad y acceso sanitario).
Si tienen que venir de fuera a mostrar que nuestro sistema sanitario público y universal es bueno, con la ayuda de la sanidad privada (conviviendo los dos juntos), ¿por qué seguimos con el empecinamiento de negar los beneficios de este sistema combinado de forma global? El objetivo, como a la larga nos está diciendo el informe, no debe ser otro que perseguir y lograr los mejores resultados de salud (lo mejor para los pacientes). Y recordemos que se está midiendo la calidad y el acceso a la atención sanitaria, lo que de verdad importa, entre otros retos.
jueves, 18 de mayo de 2017
Los temas candentes de la Sanidad Española para 2017
Se presentó hace unos días, a cargo de Diario Médico, el Informe "Diez Temas Candentes de la Sanidad Española para 2017", que hace hincapié en los retos a los que se va a tener que enfrentar el Sistema Nacional de Salud. Estos, resumiendo, van en línea con el inmovilismo que muestra el sistema ante los nuevos desafíos (viviendo siempre en el pasado), con sus problemas de financiación y su dar la espalda a la innovación, afectando de pleno a la transformación digital que el SNS debe llevar a cabo, con no tener al paciente como el centro real sobre el que debería girar todo y con no mostrar, de forma clara, cuál es y debería ser la relación real con la sanidad privada (sólo se ven las críticas y los peros cuando hay sus cosas buenas).
El problema de financiación, sobre el que se suele volver, ha venido motivado por el recorte de Hacienda a muchas partidas presupuestarias. Esto ha motivado que el complemento de la sanidad privada haya subido debido a esa congelación presupuestaria de lo público, pero con matices y no al nivel que algunos nos quieren vender, como apuntan en el informe:
"No hay datos que avalen la idea de que avanza una privatización creciente del sistema público. De hecho, la cifra facturada al sistema público por el sector privado concertado, se ha mantenido prácticamente en el mismo nivel que antes, representando un porcentaje muy bajo del total del gasto."Entonces, y en lo que afecta a los pacientes, ¿dónde estaríamos? ¿Cuántos de esos problemas se le achacan a la sanidad privada cuando en realidad pueden ser parte de la solución o la respuesta ante esos temas candentes?
Se ha perdido flexibilidad e impulso para adaptarse a los nuevos desafíos de los pacientes (el problema con los crónicos es ya real y en vez de ir a menos va a ir a más) y de la tecnología necesaria para transformarse y adaptarse a la nueva realidad. Y la sensación ante cualquier avance que se quiera hacer es que va muy lento (aunque la sanidad pública haga razonablemente bien lo que hacía bien antes, pero no todo lo que se demanda o requiere de cara al futuro).
Al final, lo que debermos tener claro es que la relación con la sanidad privada no debe ser un problema, tampoco la solución es acabar con ella. Son más las cosas buenas que puede aportar, sobre todo, si da luz a gran parte de los temas candentes que hace referencia el informe. Y si suma, ¿por qué negar esto?
martes, 9 de mayo de 2017
Empleo y ahorro con la gestión privada de la sanidad
Tal y como tenemos ahora nuestra sociedad, dos de las cosas que más valoramos que se gestionen bien son tanto la creación de empleo, como la reducción en el gasto público de cualquier servicio que no suponga un coste adicional para los bolsillos de los ciudadanos.
Si los datos demuestran una cosa y los políticos, "por el interés público", hacen justo lo contrario, algo no cuadra, o se entiende que no se está obrando con sentido común.
Salieron los datos de la EPA del primer trimestre de 2017, y mirando los números relacionados al sector sanitario, la sanidad privada ha ganado más de 9.000 empleos procedentes del descenso en el número de trabajadores de la sanidad pública, según datos comparados de 2016 y 2017. Siendo esto así, ¿si el excedente de trabajadores de la sanidad pública es absorbido por la sanidad privada, por qué se ponen trabas a esta última pudiendo ayudar en la creación de empleo?
Vayamos con otro apunte. El Gobierno de la Comunidad Valenciana decide no prorrogar los contratos de las concesiones de los hospitales concertados del modelo Alzira. Lo que extraña de esta decisión es comprobar que si uno va al informe de auditoría sobre la gestión de algunos de los hospitales concertados comprueba que su paso a la gestión pública costará dinero a los contribuyentes. Por ejemplo, la gestión privada de Manises ha ahorrado el 25% del gasto corriente sanitario público en relación con otros hospitales comarcales del mismo tamaño y de control directo.
La gestión pública de la población protegida del departamento de Manises "implicaría un mayor desembolso anual por gasto corriente sanitario en torno a 42,5 millones de euros", según detalla el informe del órgano fiscalizador que analiza las cuentas de la concesión entre 2009 y 2015.
Si ya vamos al coste per capita de la población de recibir o no la asistencia sanitaria privada, la sanidad valenciana se estaría ahorrando 117,2 millones de euros anuales gracias al sistema concesional. Entonces, ¿qué razones hay para no seguir con la sanidad privada si se demuestra que hay ventajas evidentes en seguir con estas concesiones? Por lo menos, da que pensar, y más cuando el gobierno tendrá que correr con los costes económicos y laborales que acarreará esta decisión... y ese gasto adicional habrá que sacarlo de algún lado, ¿no?
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