jueves, 18 de mayo de 2017

Los temas candentes de la Sanidad Española para 2017


Se presentó hace unos días, a cargo de Diario Médico, el Informe "Diez Temas Candentes de la Sanidad Española para 2017", que hace hincapié en los retos a los que se va a tener que enfrentar el Sistema Nacional de Salud. Estos, resumiendo, van en línea con el inmovilismo que muestra el sistema ante los nuevos desafíos (viviendo siempre en el pasado), con sus problemas de financiación y su dar la espalda a la innovación, afectando de pleno a la transformación digital que el SNS debe llevar a cabo, con no tener al paciente como el centro real sobre el que debería girar todo y con no mostrar, de forma clara, cuál es y debería ser la relación real con la sanidad privada (sólo se ven las críticas y los peros cuando hay sus cosas buenas).

El problema de financiación, sobre el que se suele volver, ha venido motivado por el recorte de Hacienda a muchas partidas presupuestarias. Esto ha motivado que el complemento de la sanidad privada haya subido debido a esa congelación presupuestaria de lo público, pero con matices y no al nivel que algunos nos quieren vender, como apuntan en el informe:
"No hay datos que avalen la idea de que avanza una privatización creciente del sistema público. De hecho, la cifra facturada al sistema público por el sector privado concertado, se ha mantenido prácticamente en el mismo nivel que antes, representando un porcentaje muy bajo del total del gasto."
Entonces, y en lo que afecta a los pacientes, ¿dónde estaríamos? ¿Cuántos de esos problemas se le achacan a la sanidad privada cuando en realidad pueden ser parte de la solución o la respuesta ante esos temas candentes?

Se ha perdido flexibilidad e impulso para adaptarse a los nuevos desafíos de los pacientes (el problema con los crónicos es ya real y en vez de ir a menos va a ir a más) y de la tecnología necesaria para transformarse y adaptarse a la nueva realidad. Y la sensación ante cualquier avance que se quiera hacer es que va muy lento (aunque la sanidad pública haga razonablemente bien lo que hacía bien antes, pero no todo lo que se demanda o requiere de cara al futuro).


Al final, lo que debermos tener claro es que la relación con la sanidad privada no debe ser un problema, tampoco la solución es acabar con ella. Son más las cosas buenas que puede aportar, sobre todo, si da luz a gran parte de los temas candentes que hace referencia el informe. Y si suma, ¿por qué negar esto?

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