lunes, 27 de noviembre de 2017
Avancemos con la transparencia sanitaria para tener un mejor sistema sanitario
No por tocar fondo se van a sacar adelante los problemas que enquistan el sistema de salud. Si bien, no lo voy a negar, se empiezan a tomar decisiones que ayuden a mejorar la sostenibilidad del sistema como, por ejemplo, el permitir la prescripción enfermera tras 10 años de discusión (entendiendo que esto ayudará a desatascar algo las listas de espera).
Esto son pequeños avances que no tapan el problema de la transparencia que tiene nuestro querido sistema de salud. Recordemos que la realidad es que cohabitan 17 sistemas sanitarios, tantos como CCAA, que marcan su ritmo y sus reglas, y cuyos responsables no son muy amigos de informar de las cosas que hacen (no lo van a hacer de las que no hacen, eso está claro). Eso motiva, entre otras cosas, que la convivencia sanitaria por regiones sea complicada, y que haya algunas regiones donde la atención sea mejor que en otras, porque se es más sostenible, y todo porque los pacientes de esa CCAA están mejor informados de lo que están en otras (se ajustan mejor a sus necesidades, tienen libertad de elección y valoran si es mejor ser atendidos en la sanidad privada en esa situación).
Sin la transparencia adecuada, y sin unas normas iguales para todos, será difícil acabar con las críticas que señalan a la sanidad privada. En vez de discutir si es mejor una u otra, todos los responsables deberían ser ya conscientes de que este modelo sanitario es complicado que mejore su sostenibilidad sin un modelo mixto que agilice el servicio. Y para ello, es imprescindible comunicar todo lo que se hace, que no haya lugar a dudas para que los pacientes sepan sacar sus conclusiones y decidir en consecuencia.
Al final a quienes deben tomar las decisiones se les olvida que somos los pacientes la parte de verdad importante y a quienes deben dar servicio, y si eso requiere recibir más información y que la sanidad sea más transparente a nivel informativo, deberemos exigirlo. Se trata de tener buen servicio, que el día de mañana tengamos un sistema sanitario conforme a lo que demandamos, y dejar ya de una vez de criticar.
lunes, 6 de noviembre de 2017
La sostenibilidad sanitaria necesita de la libre elección para cubrir las futuras necesidades de los pacientes (y II)
Una sanidad basada en la libertad del paciente para elegir el médico o el centro sanitario donde quiere ser tratado, es una sanidad que solo puede avanzar hacia la calidad, hacia un sistema más cercano y más humanizado. De hecho, termina por fomentar el trabajo bien hecho.
La libertad de elección fortalece la capacidad de los ciudadanos a la hora de participar realmente en la toma de decisiones relacionadas con su salud. Algo que los usuarios valoran muy positivamente. Y al mismo tiempo, también facilita a los responsables de los servicios públicos sanitarios la percepción que tienen los pacientes acerca de la calidad de la atención sanitaria. Así, proporciona una información relevante y de gran utilidad para gestionar los recursos públicos bajo los principios de eficiencia y de equidad. Y esto último debe ser vital para alcanzar el objetivo final: conseguir la sostenibilidad del sistema nacional de salud.
Los hospitales de gestión indirecta son hospitales de titularidad pública que están integrados en la red sanitaria en idénticas condiciones que el resto de hospitales e, independientemente de su modelo de gestión, desarrollan una labor asistencial de gran valor (en todos los hospitales los ciudadanos son atendidos por profesionales formados en el propio sistema).
Durante 2016, y tomando el ejemplo de Madrid, un número de pacientes, ejerciendo su derecho a la libre elección, decidieron acudir a otros hospitales. Las consultas de libre elección sobre el total de las consultas realizadas representaron aproximadamente el 1,75% (o se movieron sobre porcentajes muy residuales), pero la satisfacción expresada por los usuarios en relación a la asistencia recibida alcanzó valores altos (en torno a un 90% de los pacientes atendidos quedaron satisfechos).
Puede ocurrir, por ejemplo, que el número de consultas abiertas a libre elección o los plazos de atención a los pacientes en la Fundación Jiménez Díaz, o en los hospitales de gestión indirecta, resulten más atractivos para los pacientes que los ofrecidos por los hospitales de gestión directa. Lo cierto es que los madrileños no eligen un hospital u otro por su modelo de gestión, porque para ellos no es un modelo relevante, sino por otro tipo de razones:
- la confianza
- la cercanía
- una menor lista de espera
- horarios más ajustados a sus necesidades
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