viernes, 30 de junio de 2023

Programa HOPE, Proyecto HOPE y los hospitales madrileños

Recientemente, han aparecido en prensa, especialmente en la especializada en sanidad, referencias a hospitales madrileños con relación a un programa y un proyecto que se denominan HOPE. Es posible que esto haya llevado a confusión, por si se trataba de lo mismo. 

Basta entrar en sendas noticias para darse cuenta de que no es así. Aunque es cierto que quien lo haya hecho se habrá topado con dos temas interesantes que merece la pena comentar en un espacio que rastrea lo que sucede alrededor de la sanidad madrileña.

Hospital Universitario de Fuenlabrada y el programa HOPE

Si alguien hace una búsqueda del programa HOPE encontrará muchas referencias, ya que se trata de un programa de intercambio de profesionales sanitarios, organizado por la European Hospital and Healthcare Federation (Federación Europea de Hospitales y Servicios Sanitarios), de donde toma sus siglas.


Se pueden hallar múltiples noticias de hospitales que reciben a profesionales de otros países. En esta experiencia toman parte sanitarios de los 27 estados que forman actualmente la Unión Europea, además de Suiza y Serbia. El objetivo del programa es ayudar a entender el funcionamiento de otros sistemas de salud y hospitalarios de la Unión Europea, a la vez que se fomenta la cooperación y la libre circulación de profesionales sanitarios.


Por parte de la Comunidad de Madrid, el Hospital Universitario de Fuenlabrada lleva implicado en esta iniciativa desde el año 2015. Este año ha participado por sexta vez consecutiva como receptor de participantes de otros países europeos. Se ha recibido a dos profesionales del Aarhus University Hospital de Dinamarca y del grupo sanitario Viena Healthcare Group. 


Han tenido la oportunidad de conocer a fondo diversas áreas, asistenciales y no asistenciales del hospital madrileño, como la dirección de Enfermería, la dirección de Continuidad Asistencial, los Sistemas de Información y el Gabinete de Comunicación, entre otros. Y también otras entidades del Servicio Madrileño de Salud como un Centro de Salud, el SUMMA 112 o el Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO).

Hospital Fundación Jiménez Díaz y el proyecto HOPE

El proyecto HOPE, por su parte, es una iniciativa puesta en marcha por el Hospital Fundación Jiménez Díaz, y sus siglas responden al nombre completo de “HOPE, HOspital de Día PErsonalizado”. Su objetivo es eliminar el tiempo de espera entre citas para los pacientes oncológicos, con el fin de mejorar su calidad de vida.


El proyecto arrancó el año 2019, con la intención de mejorar la atención de los más de 4.000 pacientes de cáncer que el Hospital Fundación Jiménez Díaz atiende cada año. El proyecto HOPE se basa en un modelo de atención que funciona con una única cita para acudir al Hospital de Día Oncológico. A efectos prácticos, esto se traduce en una reducción del 97% en la duración total del tratamiento. Dicho de otra forma, el paciente pasa un total de dos horas en el Hospital de Día, en una sola cita, en lugar de pasar tres horas distribuidas en tres días.


La clave es poner al paciente en el centro, y que los profesionales “se muevan” en torno a él, y no al contrario, como pasa en la mayoría de las ocasiones. Una ventaja adicional a la comodidad del paciente es que se han conseguido reducir los ingresos hospitalarios por toxicidad grave del tratamiento en un 25%. El proyecto ha aparecido en prensa esta semana porque la revista científica NEJM Catalyst lo ha seleccionado como portada de su último número.


Merece la pena recordar que estamos hablando de dos hospitales integrados en el Servicio Madrileño de Salud. El Hospital de Fuenlabrada es público y la Fundación Jiménez Díaz es un centro concertado de gestión indirecta. Ambos están, por tanto, al servicio de todos los madrileños.


viernes, 23 de junio de 2023

Nueva Consejera de Sanidad en Madrid y nuevos retos que abordar

Después de las elecciones autonómicas ya comentamos que los ciudadanos madrileños habían apostado por la continuidad en el gobierno autonómico, lo que por extensión significaba cierta continuidad en el Sistema Madrileño de Salud. Ahora bien, faltaba saber si dicha continuidad iba a ser absoluta o si se esperaban cambios en los nombres de los responsables del servicio. 

Desde la semana pasada se viene escuchando que existía la posibilidad de un cambio en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y que el cargo lo podría ocupar una mujer. Los rumores han acertado de lleno.


Ayer mismo, jueves 22, la presidenta electa de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció los nombres de los nuevos consejeros y consejeras que protagonizarán una renovación total de su equipo de gobierno. Un total de 9 caras nuevas, entre ellas la de Fátima Matute Teresa, nueva Consejera de Sanidad.


Fátima Matute es Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Radiología. Es radióloga de la Sección de Abdomen en el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, y tal y como cuentan en iSanidad en este caso se ha optado, para sustituir a Enrique Ruiz Escudero, por un perfil menos político y más clínico y docente. En principio, de cara a los retos que se avecinan, puede ser un perfil más interesante.


Un día antes de la presentación de los nuevos cargos, la presidenta de la Comunidad, hay que recordar que aún en funciones, Díaz Ayuso, aprovechó la primera sesión del debate de investidura para anunciar las medidas y los retos que su gobierno tiene previsto afrontar durante la legislatura que ahora arranca. Entre ellos, los que aquí interesan, los relacionados con la Sanidad. Hoy toca recabarlos por su interés, con el paso de los meses tocará evaluar si alguno de ellos era tan solo un brindis al sol o si, por contra, se van llevando a cabo:


  • Un nuevo sistema de citas: En principio, el objetivo es agilizar el tiempo que se tarda en derivar a un paciente de Atención Primaria a un especialista.

  • Dos nuevos centros públicos especializados en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual (ITS). Su función sería similar a la que realiza el Centro Sandoval, que depende del Hospital público Clínico San Carlos.

  • Ha asegurado que el 86% de los trabajadores del Servicio Madrileño de Salud tendrán estatus de fijos antes de que finalice el año 2024. En parte se conseguirá con la incorporación de 34.000 profesionales tras la realización de oposiciones.

  • Se va a poner en marcha un Programa de fidelización de los MIR para especialidades deficitarias. Esta medida es realmente necesaria, a raíz de lo que aquí se comentaba hace unas semanas: faltan médicos en Atención Primaria en Madrid. De la última hornada de médicos que han terminado su residencia, tan solo un 20,7% de los médicos de familia y un paupérrimo 1,19% de los pediatras han elegido plaza en la Comunidad de Madrid. Es un problema que hay que abordar de forma urgente.

  • Refuerzo de los cuidados paliativos. De este tema se ha hablado aquí muy recientemente.

  • Refuerzo del Plan de Salud Mental y Adicciones, con la contratación de 370 nuevos especialistas y la puesta en marcha de cuatro nuevos hospitales de día y equipos de atención domiciliaria

  • Otras medidas: tramitación de la baja laboral en hospitales, defensa de la objeción de conciencia de los médicos en determinados temas, reforma de los Servicios de Urgencias, renovación de Centros de Salud y Hospitales y mejoras en materia de digitalización.


En principio, quedan todas las buenas intenciones sobre la mesa. Y ahora toca dejar arrancar el trabajo del nuevo equipo. A todos estos retos sería interesante sumar la profundización en las medidas de colaboración público-privada que se ha demostrado que funcionan, reforzar la Atención Primaria y conseguir cierta paz laboral con los representantes de los profesionales.


martes, 20 de junio de 2023

La nueva Ley de Infancia de Madrid impulsa los cuidados paliativos pediátricos

El pasado mes de marzo la Comunidad de Madrid estrenó la nueva Ley de Derechos, Garantías y Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia, un texto que sustituye al anterior, vigente desde el año 1995. Así que era lógico renovarlo, ya que incluye muchos temas que en aquella época prácticamente ni existían, como los relacionados con el acceso a Internet y las nuevas tecnologías.


Como su propio nombre indica, esta Ley toca de forma global todos los temas que atañen a la infancia y a la adolescencia, para proporcionar protección integral. Obviamente, también atañe a la protección de la Salud de los menores y su derecho a la atención sanitaria. 


Uno de los temas más importantes que recoge el nuevo texto, dentro del ámbito de la Salud, es el de los cuidados paliativos pediátricos. Se va a favorecer la formación de profesionales y se coordinará la dotación de recursos específicos para los pacientes. El objetivo es impulsar una cultura de atención integral a los niños, trabajando en coordinación con los profesionales sanitarios responsables de cada niño. El hecho de que un niño padezca una enfermedad grave o crónica requiere una especial sensibilidad, y es lógico legislar este tema dándole la máxima importancia posible.


Esta Ley contempla más aspectos relativos al cuidado de la Salud de los menores. Por ejemplo, el derecho a estar acompañados por familiares o personas de su confianza. Y también la garantía de que van a ser atendidos en espacios diferenciados de los de los adultos. Lugares adaptados en los que van a poder tener derecho, en la medida de lo posible, al ocio y al juego. 


Tanto en el propio hospital, si están hospitalizados, como en los casos de tratamientos domiciliarios, también hay que garantizar el derecho a la educación. Las consejerías de Sanidad y de Educación tendrán que trabajar de forma conjunta, poniendo los medios humanos y materiales que sean necesarios, para que los niños puedan continuar con su formación educativa.


Por último, pero no menos importante, la Ley de Infancia también contempla un apartado dedicado a los derechos de los recién nacidos, y por extensión los derechos de las embarazadas y las madres.

lunes, 12 de junio de 2023

Continuidad para el Servicio Madrileño de Salud

Ya pasaron las elecciones en la Comunidad de Madrid, y en muchas otras Comunidades Autónomas y administraciones locales, y el resultado ha sido una apuesta por la continuidad. En general y, obviamente, en la gestión de la sanidad madrileña. De momento queda esperar a ver si la continuidad es total, o si se ponen caras nuevas a dirigir el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) y la propia Consejería de Sanidad.


Voces a favor de la continuidad han surgido ya, como la de Isidro Díaz De Bustamante, presidente de la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada, que apuesta por seguir trabajando juntos, sanidad pública y sanidad privada, en favor del beneficio de los pacientes. Y aprovecha para recordar los recursos que la sanidad privada aporta en la Comunidad de Madrid.

Si bien es cierto que los beneficios de la colaboración público-privada son palpables en la sanidad madrileña, especialmente en el ámbito hospitalario, no es momento de autocomplacencia, uno de los riesgos de la estabilidad. Y sí de seguir trabajando y escuchando para mejorar la sanidad de Madrid.

Por ejemplo, hay cosas que mejorar en la Atención Primaria. Recientemente, hemos podido leer en la prensa que el  66% de los centros de salud de Madrid supera la ratio de niños por pediatra recomendada. Esto es consecuencia directa de que el número de pediatras se ha reducido en los últimos 4 años. Urge reforzar la plantilla de los centros de salud, pero a esto se une otro problema del que ya hemos hablado: los médicos se van, tanto los de Familia como los Pediatras. He aquí un reto muy importante para afrontar los próximos cuatro años.

Y mientras tanto, a la espera de saber si “algo” va a cambiar, la vida sigue adelante y hay que seguir tomando decisiones, tanto en el ámbito asistencial como en el de la Salud Pública. Una de las primeras que se han anunciado es que a partir de octubre Madrid va a inmunizar a menores de seis meses frente al virus respiratorio sincitial (VRS). Se trata de un patógeno estacional común, que como indica su nombre, afecta a las vías respiratorias, provocando bronquiolitis o neumonías.