martes, 7 de enero de 2020

La Sanidad en el acuerdo de coalición, ¿realismo o brindis al sol?

Como era previsible, tras celebrarse la segunda votación Pedro Sánchez ha conseguido ser investido como presidente, a la cabeza de un gobierno de coalición PSOE-Podemos. Tras no lograrlo en primera instancia durante el fin de semana, ya que se requería mayoría absoluta, hoy la mayoría simple ha sido suficiente, (valía con que los síes superaran a los noes).

Tras haber escuchado las intervenciones de los representantes de todos los grupos en los debates de hoy y del fin de semana, y tras haber leído el texto del acuerdo de gobierno entre los dos socios, se pueden hacer algunas reflexiones sobre las propuestas que hay sobre la mesa en materia de sanidad que, supuestamente, el nuevo ejecutivo tiene pensado llevar adelante. Para quien esté interesado de verdad en el tema, y ya que lo mejor es leer las cosas por uno mismo, tenéis acceso en prensa al documento completo del acuerdo de coalición firmado por PSOE y Podemos, bajo el título Coalición progresista. Un nuevo acuerdo para España.

Para quien prefiera que le den la información parcialmente masticada puede pasarse por este hilo en Twitter de Borja Adsuara, abogado, consultor y especialista en comunicación digital. Nos indica, sobre sanidad, que el acuerdo de gobierno habla de la renovación de la tecnología sanitaria para que el SNS sea referente en innovación tecnológica. Se refieren a la utilización de mejores instrumentos de diagnóstico y mejores tratamientos. Después el acuerdo habla de conceptos más difusos como la apuesta por tecnologías coste-efectivas y la digitalización sanitaria; además de otras generalizaciones como hablar de las TIC, la investigación y el conocimiento. Conceptos, sin duda alguna, todos positivos, pero que no se sabe a ciencia cierta en qué se van a plasmar, y si van a resolver los problemas más acuciantes de nuestra sanidad.

Pero Adsuara se ha centrado en la parte del acuerdo que habla de sanidad y tecnología. Tenemos más propuestas, más o menos conocidas, como la paulatina eliminación de los copagos y la introducción de la Salud Bucodental entre los servicios del SNS. También hacen una apuesta por la gestión pública directa, sin aclarar si esto va a suponer promover la eliminación de acuerdos de colaboración público-privada que están funcionando bien y, por extensión, la renuncia a que aprovechemos todos los ciudadanos la inversión realizada por el sector privado, así como el uso de sus centros y sus profesionales.

Otras medidas se centran en el aumento de la inversión destinada a sanidad, algo que en principio prometían todos, o casi todos, los partidos políticos, hasta alcanzar el 7% del PIB el año 2023. Así como garantizar el acceso universal a la salud, algo en principio lógico para partidos políticos de izquierdas. Otros aspectos del acuerdo, como la mejora de la atención temprana, la actualización de la Estrategia de Salud Mental y la integración de las necesidades de las enfermedades raras, en principio se quedan como mera declaración de intenciones, sin explicitar medidas concretas al respecto.

En resumen, por un lado se quieren abordar más necesidades del ciudadano, pero por otro se renuncia, al parecer, a usar todos los recursos a nuestro alcance y a hacer un uso racional de las inversiones realizadas por el sector privado, poniéndolas a disposición del paciente.

Mientras tanto, la realidad es tozuda, y nos siguen llegando malas noticias sobre las listas de espera, en este caso desde Cataluña, donde los plazos de espera están alcanzado cifras especialmente sangrantes en el caso de las visitas a especialistas. A ver quién va a ser el que le ponga el cascabel a este gato. ¿Será el nuevo gobierno?

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