jueves, 21 de septiembre de 2017

Reducir las listas de espera es competencia de las CCAA y los políticos


Todavía está reciente el plan de choque que propuso la sanidad privada para resolver el problema de la sostenibilidad del sistema sanitario (sobre todo la descorazonadora, por larga, lista de espera quirúrgica en las CCAA)... Y se sigue hablando sobre ello.

A la ministra de sanidad Dolors Montserrat, en el Congreso, la preguntaron que pensaba sobre esta propuesta de llegar a privatizar la gestión de las listas de espera, a lo que respondió:
"Los pacientes, que somos todos, son la razón de ser de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). Desde el ministerio de Sanidad trabajamos cada día para consolidar la sanidad pública, favorecer la cohesión, la calidad y la equidad de la atención sanitaria que requieren los ciudadanos. Y lo hacemos siempre desde el respeto a las competencias de las CCAA y colaborando estrechamente con ellas que son las responsables de la sanidad en sus territorios y, por tanto, también de las listas de espera."
Desde el Congreso la oposición indicó que privatizar no era solución, sin proponer ideas para arreglar el problema de las listas de espera mas que apelando al interés público. Tal y como están determinadas las competencias sanitarias, son las CCAA, en concreto los políticos, quienes tienen los mecanismos para dar con las soluciones que la ayuda financiera del gobierno permitirá, con los 5.300 millones de euros que los Presupuestos Generales del Estado van a dar a las CCAA, si una parte importante del mismo lo dedicaran a sanidad y a enmendar su precaria sostenibilidad.

La sanidad privada, a través de la Fundación IDIS, confía que las comunidades autónomas destinarán una parte de esa dotación extraordinaria, que comentabamos antes, a reducir el problema de las listas de espera quirúrgicas del Sistema Nacional de Salud: con menos del 30% de esa partida se podría acabar con esa espera quirúrgica antes de que finalice el año (la sanidad privada manejaba una inversión cercana a los 1.500 millones de euros para dejar la lista de espera a cero).

El ofrecimiento de la sanidad privada está encima de la mesa, pero los políticos, por señalarlos a ellos, tienen claro que no van a hacer uso de él. Lo cierto, pensando en el paciente, es que con las medidas habituales adoptadas hasta ahora no se ha conseguido reducir las listas de espera ni solucionar el problema de la sostenibilidad, y esa es la realidad.

Algo diferente hay que hacer para obtener resultados distintos que cambien el panorama actual. Por eso, los gobiernos autonómicos deberían pensar en lo mejor para el paciente y en que reciba la mejor asistencia (calidad, seguridad, resultados y confort) en el menor tiempo posible. Y tal como lo están pintando entre todos los "jugadores" parece que todo se resume a decidir que parte del presupuesto va dedicada a sanidad y como se gestionará. Cuesta creerlo, la verdad.

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