viernes, 27 de noviembre de 2020

Coronavirus: ¿Qué se va a poder hacer estas Navidades?

Una vez más tanto los políticos, como nosotros, los ciudadanos, estamos en una de esas encrucijadas que nos plantean estos tiempos tan extraños que nos han tocado vivir. Por una parte la gente de a pie se pregunta en qué medida va a poder celebrar con los suyos las fiestas navideñas. Mientras, los responsables de las diversas administraciones quieren intentar paliar el golpe económico que pueden sufrir diversos sectores. Por otro lado, todos somos conscientes de que demasiadas alegrías podrían acabar siendo el germen de una nueva ola, la tercera, que arrancara con fuerza en enero, acompañada además con el frío del invierno. Lo que sí es cierto es que los expertos en epidemiología tienen bastante claro que lo óptimo es restringir las cenas y comidas a los convivientes habituales de cada casa.

Desde el gobierno central han lanzado una primera batería de indicaciones que muy pronto ha dividido a las comunidades autónomas, entre las que consideran que todo es adecuado, las que piden un poco más de dureza y más claridad en la normativa, y las que, en cambio, demandan un poco más de flexibilidad.

Como muestra de estas discrepancias sirva contar que lo que recomienda el ministerio de Sanidad es que en las cenas y comidas (Nochebuena, Nochevieja…) no se reúnan más de seis personas y que haya un toque de queda a la una de la madrugada. Adicionalmente recomiendan que sean en el exterior, algo que no parece muy viable. Por su parte, el País Vasco sería un ejemplo de comunidad que pide más dureza, señalando por ejemplo que cuando se contabilicen los comensales se incluya a los niños. Y en el otro lado de la balanza estamos Madrid y otras comunidades como Murcia, Cataluña y Navarra,  apostando porque se puedan hacer reuniones de hasta 10 personas. Sin embargo ,incluso estas comunidades difieren en otros aspectos como el toque de queda, y cada uno propone una cosa. Aquí en Madrid se considera oportuno alargarlo hasta la 1:30 de la madrugada, teniendo en cuenta que a veces las distancias o el tráfico pueden hacer más complicado el retorno al domicilio.

En una comparecencia realizada esta misma mañana, el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, nos ha pedido a los madrileños, que tanto durante el puente en ciernes, como en las fiestas navideñas, se eviten "aglomeraciones, concentraciones y calles comerciales" así como “movimientos innecesarios”. En los próximos días sabremos en qué se concretan todas estas sugerencias y recomendaciones, (u obligaciones y normas), tanto a nivel autonómico como en todo el país. Y más allá de lo que nos digan es importante que todos y cada uno de nosotros nos concienciemos de que no se puede tirar por tierra el trabajo realizado.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Así va la carrera por las vacunas contra el coronavirus

No es, lo de la carrera, la expresión más afortunada para referirse a un tema tan serio como la consecución de las primeras vacunas contra el SARS-CoV-2, pero en cierta forma, no se sabe si por el ansia de información de los medios o por los propios equipos de prensa de las empresas farmacéuticas, es lo que parece. Un día una empresa da un dato de eficacia del 90% y al día siguiente otra lo da del 92%. Intentemos poner un poco de orden en esta información. Tenemos, quizás, demasiados datos sobre el estado de las investigaciones, sus avances y también de las dificultades con las que se van topando.

Rompieron el fuego, de una semana y media loca de informaciones, desde BioNtech-Pfizer, anunciando que su vacuna presentaba una eficacia del 90%. Esta misma semana han dicho, hace dos días, que en el último estudio de la fase III la vacuna es 95% efectiva en la prevención de infecciones, incluso en adultos mayores. Han reportado 170 casos de infección y de ellos, solo 8 han sido en el grupo de voluntarios que recibió la vacuna. El resto entre los que habían recibido el placebo.

Apenas un par de días después los responsables de la vacuna rusa Sputnik V, basándose en la distribución de 20 casos confirmados de infección entre los grupos de voluntarios (recordemos vacunados versus los que reciben placebo) afirmaron que su vacuna tiene una eficacia del 92%. Sí, son pocos casos, pero la primera nota de prensa de Pfizer era similar. Los datos los daba un responsable del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, dependiente del ministerio de Salud ruso.

Esta semana hemos tenido datos también de la vacuna que elaboran en la biotecnológica Moderna, que nos anuncia que su vacuna alcanza el 94,5% de efectividad, según los primeros resultados hechos públicos de su ensayo clínico de fase III. Esta vacuna, sería la más avanzada entre las que se están investigando en los Estados Unidos. Moderna tiene su sede en Cambridge, en el estado de Massachusetts.

Y ayer mismo leíamos las últimas novedades sobre la vacuna de la Universidad de Oxford-AstraZeneca. Nos aseguran que es segura y genera respuesta inmune en todos los grupos de edad analizados, incluyendo los adultos mayores de 70 años. Estos resultados, preliminares, corresponden a la fase II del ensayo de la vacuna y han sido publicados en The Lancet. Esta prueba se ha realizado sobre 560 participantes adultos, divididos en tres grupos de edad.

Lo último que leemos, hoy mismo en prensa, es que la UE podría aprobar antes de que acabe el año, en torno a mediados de diciembre, dos de estas vacunas. Las candidatas que tienen más visos de ello son la de BioNTech-Pfizer y la de Moderna. Vemos que los datos que ofrecen corresponden a la fase III de la investigación. Recordemos que en la Unión Europea el organismo que se encarga de aprobar las vacunas es la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y que podría darse el caso, por ejemplo, que una vacuna se aprobara en Estados Unidos, o lo hiciera antes, y aquí no. Lo más importante es que tengamos todos claro que en Europa no se va a aprobar ninguna vacuna que no demuestre su absoluta seguridad y que, además, aporte un grado alto de eficacia. En nuestra comunidad se quiere vacunar a más de 75% de la población, por lo que será necesario que todos confiemos en la ciencia y en el gran esfuerzo realizado en la investigación de las diversas vacunas.


martes, 10 de noviembre de 2020

Se empieza a usar la sanidad privada en la lucha contra la segunda ola del coronavirus

 A finales del mes pasado la prensa informaba de algunas derivaciones de pacientes con covid-19 “concretas” hacia centros privados en las comunidades de Madrid, Navarra y Cataluña. El actual estado de alarma no contempla que la sanidad pública haga uso de los recursos de la sanidad privada, como sí estaba establecido en la primera ola. Así que, en este tema, como en otros muchos, cada comunidad autónoma continúa haciendo la guerra por su cuenta, y en cada región española se toman diferentes decisiones.

La semana pasada comentábamos aquí las recientes declaraciones que hacían desde la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) proponiendo fórmulas de colaboración. Posteriormente hemos leído el llamamiento que hacen desde CCOO y UGT en Aragón, animando a aprovechar los recursos de la sanidad privada, ya que consideran que la situación de los hospitales públicos (en la comunidad aragonesa) es preocupante por el aumento de ingresos de pacientes covid y que si se hace antes uso de los recursos la sanidad privada tendrá un papel fundamental para evitar que la pandemia se extienda.

Por otro lado en el caso de Cataluña sí que, desde el pasado viernes, se han dado pasos más claros para integrar tanto las mutuas de accidentes de trabajo como los centros de sanidad privados en el global del sistema publico de salud de manera temporal para anticiparse al aumento de presión asistencial derivado del coronavirus. El coordinador de la comisión de seguimiento de la lucha contra el covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, dio un dato espeluznante que justifica sobradamente la decisión: la red de unidades de cuidados intensivos del sistema está al 87% de su capacidad. Al integrar las camas para críticos que aportan la sanidad privada la cifra desciende hasta el 57% del total de ingresados en las UCI catalanas. Una vez más vemos que este tipo de decisiones, para trabajar juntos, se toman casi siempre en España cuando los sistemas ya están contra las cuerdas. Cuando puede ser tarde.

En la comunidad de Madrid, según datos de ayer mismo, la situación mejora lentamente y baja la presión hospitalaria tanto a nivel de camas en planta como de camas UCI. Recordemos que en la sanidad madrileña hay integrados en el sistema público sanitario varios hospitales de gestión indirecta. A todos los efectos son parte de nuestra sanidad así que, por descontado, están participando en primera línea en la lucha contra el covid-19, igual que lo están haciendo en el tratamiento de todas las demás enfermedades con excelentes índices de eficiencia. Este hecho, siendo positivo para afrontar la situación actual, no debería impedir que se unan a la lucha contra el SARS-CoV-2 aún más recursos privados y que lo hagan cuanto antes. De momento, crucemos los dedos para que los datos mantengan lo que parece ser una tendencia positiva, pero preparémonos para cualquier escenario, ya sea de esta tercera ola o de hipotéticas nuevas embestidas del coronavirus.



viernes, 6 de noviembre de 2020

Es hora de usar todos los medios contra el coronavirus

 Una de las frases que más se ha repetido en los últimos meses ha sido que, aunque haya más casos, como se detecta más y se rastrea más, la situación no es tan complicada como la vivida en los meses de marzo y abril. El hecho es que la frase se empieza a desgastar de tanto usarla y empieza a ser ya, por culpa del paso de las semanas, tan solo una verdad a medias. Comunidades que sufrieron la primera oleada en menor medida que el resto de España, como Asturias y Andalucía ya están peor que en aquellos momentos. Por ejemplo, los hospitales andaluces ya tienen más ingresados por coronavirus actualmente que en el pico de marzo.

Pero la presión hospitalaria aumenta en toda España, lo que va a empezar a comprometer la asistencia sanitaria al resto de las enfermedades, ya que el tratamiento de la covid-19 nos canibaliza todos los medios de los que dispone la sanidad pública. Ya hay nueve comunidades autónomas cuyas UCI entran en riesgo, llegando los niveles de ocupación al 40% en las regiones más afectadas. En unos sitios más, en otros un poco menos, pero la situación es ya preocupante en toda España. Y en casi toda Europa.

Siempre decimos que hay que usar todos los recursos existentes para luchar contra esta pandemia. En otras ocasiones hemos hablado de usar las camas de los hospitales privados y concertados en la lucha directa contra el SARS-CoV-2. Ahora desde la sanidad privada sugieren otra posibilidad que podría ser interesante: crear un circuito no-covid para usar en caso de emergencia.

Desperdiciar el tiempo y los recursos, cuando la situación se empieza a parecer demasiado a la de finales de marzo y abril, sería demencial. Hay que actuar mejor y de forma más coordinada. Hay diversas formas de hacerlo pero lo importante sería tenerlo claro desde ya, porque la situación no deja demasiado margen de tiempo. Una podría ser la que se refleja en esta última propuesta de ASPE, creando corredores seguros para pacientes no-covid en la sanidad privada. La otra puede ser compartir el peso, como se venía proponiendo hasta ahora, de los tratamientos de los pacientes con covid-19 en todos los hospitales, sea cual sea su tipo de gestión. 

Puede haber infinidad de fórmulas intermedias. Cualquiera de ellas puede funcionar, siempre que se haga de forma organizada, coordinada, y bajo criterios que garanticen el mejor aprovechamiento de todos los medios disponibles. Lo que no podemos hacer es caer en la improvisación y tomar las medidas oportunas cuando ya estemos con el agua al cuello.