sábado, 27 de marzo de 2021

Coronavirus: ¿Qué se puede hacer esta Semana Santa?

Todo apunta a que es inevitable la llegada de una cuarta ola epidémica de coronavirus y, de hecho, en algunas Comunidades Autónomas, como en el País Vasco, ya están alertando de una paulatina, de nuevo, subida de los datos de contagios. En esta ocasión son pocos los que hablan de “salvar la Semana Santa”, visto el resultado de la experiencia navideña o simplemente porque aún no ha dado inicio el periodo vacacional y ya nos hemos visto abocados a que el debate fuera justamente el contrario: ¿endurecemos las medidas o las dejamos más o menos como están?

Hace un par de días la ministra de sanidad, Carolina Darias, puso sobre la mesa la posibilidad de que el cierre de toda actividad no esencial se adelantara hasta las 8:00 de la tarde. Así mismo se valoró implantar un cierre perimetral provincial, en lugar del actual, por comunidad autónomas. Pero el miércoles, en la reunión del Consejo Interterritorial, finalmente no se han hecho cambios de peso en las medidas. Eso significa que siguen vigentes, en esencia, todas las que se tomaron el día 10 de marzo. Aunque, como bien recuerda la ministra, el acuerdo es de mínimos y en cada comunidad se pueden endurecer hasta donde lo permita el marco legal vigente.

A pesar de lo dicho, alguna novedad sí hay, como explican en El Mundo, aunque hay que matizar que se trata de una recomendación: la de cerrar el interior de los bares en zonas con una incidencia superior a 150. Dicha recomendación se ha plasmado en el documento Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19 que coloquialmente se conoce como semáforo covid-19. Las reuniones tanto públicas como privadas quedan de la siguiente forma: máximo 6 personas con nivel de alerta alto (incidencia mayor de 150) y máximo 4 con nivel muy alto (incidencia mayor de 250).

Las medidas en Madrid. Es perfectamente entendible que con tantos cambios, a nivel de país y de autonomías, el ciudadano se pierda. Lo mejor en nuestro caso es acudir a la web de la Comunidad y revisar qué medidas están vigentes. Por un lado podremos consultar en qué zonas básicas de Salud entran en vigor restricciones y en cuáles se levantan. Nos recuerdan que se mantiene la prohibición de las reuniones de no convivientes en domicilios, salvo que se trate de cuidados a terceras personas. En cuanto a la movilidad nocturna, sigue limitada desde las 23:00 horas hasta las 06:00 horas mientras que la hostelería y de la restauración pueden permanecer abiertos hasta las 23:00 horas.




viernes, 19 de marzo de 2021

¿Cuál es la situación de la Salud Mental en nuestro sistema sanitario?

La semana pasada comentábamos en este espacio el tema, postergado últimamente a causa de la actualidad y las urgencias que provoca la pandemia, de las listas de espera. Y poníamos como ejemplo, el cáncer, esa enfermedad que a lo largo de la años se cruza en el trayecto vital de casi todas las familias. Pero si hay un tipo de salud que se ve a menudo relegado en nuestras conversaciones, esa es la salud mental. Y es tan importante como la que afecta a cualquier otra parte del cuerpo, huelga decirlo. El caso es que se habla muy poco de todo lo que rodea a la salud mental en relación a nuestro sistema sanitario. ¿Hay listas de espera? ¿Hay recursos suficientes? Vamos a detenernos hoy unos instantes en el tema.

En la web Civio han publicado recientemente un largo e interesante artículo sobre el tema que nos da algunas respuestas. Por cierto, jalonado de datos e infografías; merece la pena dedicarle unos minutos. Nos dan respuestas desde el titular, Pagar o esperar: cómo Europa -y España- tratan la ansiedad y la depresión, y pronto lo amplían comentado que la cobertura psicológica, y no solo en España, es una de las grandes ausentes del sistema sanitario. La falta de recursos y las largas listas de espera empujan a los pacientes que pueden permitírselo a acudir a la sanidad privada para buscar una solución a sus problemas.

La salud mental atañe a muchos más pacientes de los que pensamos. En España un 5% de la población ha sido diagnosticada de depresión, y otro tanto ocurre con los trastornos de ansiedad. Javier Prado, portavoz de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes en España (ANPIR), incide en que son problemas de mucha prevalencia que no se tratan en muchos países. Y agrega que el estigma de pensar en problemas más graves, en principio, y que requieren tratamiento psiquiátrico, impide que visualicemos las mencionadas enfermedades.

La pandemia de coronavirus nos ha afectado de diversas formas. Por un lado, como en todas las enfermedades, ha hecho que no se diagnostique lo suficiente y que mucha gente no acuda al médico. Por otro lado, mucha gente se ha visto afectada por un año de restricciones; y lo que queda. En InfoSalus nos cuentan que la Confederación Salud Mental España ha lanzado una campaña, bajo el nombre 'Salud mental y COVID-19. Un año de pandemia', con el objetivo de visualizar todo esto y proponer algunas soluciones.

Nos alertan de que en España faltan recursos en la atención de estas dolencias y que 12 meses de incertidumbre y miedo han hecho estragos en la salud mental de muchos españoles, especialmente en las capas de la sociedad con menos recursos económicos. Economía aparte, o no, todo se mezcla, los grupos de población que más han necesitado la atención de los servicios de salud mental han sido jóvenes, mujeres y personas con discapacidad. En dichos grupos ha aumentado también el consumo de ansiolíticos y antidepresivos.

Precisamente del exceso de fármacos y de la carencia de psicólogos nos hablan en este artículo de El Mundo, donde nos recuerdan también que en España hay 10 suicidios al día, muchos de ellos relacionados con algún problema de salud mental. Faltan recursos, dicen en la web de RTVE, donde cuentan que España presenta una ratio de 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 de media de la Unión Europea; la verdad es que oscila mucho de un país a otro. Otro dato íntimamente unido al anterior es que más de dos millones de españoles toman a diario ansiolíticos. Parte de estos medicamentos los prescriben médicos de cabecera y no especialistas.

Faltan profesionales, o al menos faltan psicólogos y psiquiatras en la sanidad pública, lo que empuja a los pacientes a buscar alternativas privadas. El número de plazas de Psicólogo Interno Residente (PIR) es exiguo y habría que aumentarlo, pero también facilitar el acceso de todos los ciudadanos, como acostumbramos a decir, a todos los recursos disponibles, ya estén ubicados en la sanidad pública, la privada o sean profesionales independientes.


viernes, 12 de marzo de 2021

Cáncer, la epidemia silenciosa que no cesa

Últimamente hablamos menos del que siempre ha sido un problema estructural de nuestra sanidad, las listas de espera (de todos los sistemas sanitarios españoles en realidad, aunque se pueda analizar el tema con cierta asimetría) porque nos hemos visto arrollados por un tsunami llamado coronavirus. Pero lo cierto es que el problema, lejos de arreglarse, se ha agravado a causa de la canibalización, tanto de medios, instalaciones y recursos, como de personal, a la que nos está sometiendo la pandemia de SARS-CoV-2.

Echando un vistazo sosegado a la prensa, más allá de tormentas política, podemos leer, por ejemplo, como en un encuentro virtual de gestores y clínicos reunidos por la Fundación Bamberg, que tuvo por lema Un reto tras la pandemia: las listas de espera, se puso sobre la mesa el que muy probablemente va a ser nuestro principal problema cuando remita la pandemia: “aflorará toda la patología oculta de naturaleza no Covid-19”. Se está diagnosticando menos, con muchos pacientes que no acuden al médico cuando en otras circunstancias lo hubieran hecho, por miedo al contagio. En un momento u otro lo harán y las dolencias estarán en fases más avanzadas. Toda la presión asistencial no-covid, que parece haber remitido en parte, se agravará de golpe.

Seguramente todo esto se puede hacer extensivo a cualquier enfermedad, pero el cáncer, por la gravedad, aún hoy en día, de muchos de los casos, no deja de ser un botón de muestra muy claro. Lo dicen los pacientes, que en muchos casos se sienten como los grandes olvidados de esta crisis. Y lo dicen las sociedades científicas que nos cuentan que “los diagnósticos cayeron un 21% y las pruebas para detectar posibles tumores, como las citologías, bajaron hasta un 30%”. Eduardo Díaz-Rubio, catedrático emérito de Oncología y presidente de la Real Academia Nacional de Medicina de España, en otro encuentro virtual, en esta ocasión organizado por el diario El País dijo que el cáncer había pasado de prioritario a secundario en el último año, con el consiguiente perjuicio.

Lo peor de esta situación es que estamos hablando de lo que nos espera tras la pandemia cuando ésta aún no ha finalizado. Por mucha confianza que tengamos en la vacuna y en la resolución de la crisis el coronavirus sigue estrangulando nuestro sistema sanitario. Urge poner, no nos cansamos de decirlo, todos los medios a nuestro alcance, públicos y privados, a trabajar en favor del ciudadano. Se puede hacer creando itinerarios libres de covid o se puede hacer siguiendo otra fórmula, pero lo que no se puede hacer es sentarnos a esperar.


lunes, 1 de marzo de 2021

Madrid y España con las esperanzas puestas en la vacuna

Es ciertamente descorazonador intentar recabar información práctica sobre este tema y encontrar que una buena parte de lo hallado es lucha política y cruce de opiniones entre responsables de administraciones regionales, centrales, diversos partidos políticos o los propios medios de comunicación, con ataques en un sentido y en otro. En ocasiones conviene soslayar todo esto, pensar que todas las administraciones buscan lo mejor para los ciudadanos y que las dificultades a las que se enfrentan son múltiples. Ya hemos hablado aquí en varias ocasiones de la escasez de dosis vacunales, un problema que se va a ir solventando poco a poco. Para conservar un poco de optimismo una fórmula puede ser la búsqueda de referentes. Dos de ellos pueden ser Escocia e Israel.

Para muestra un botón de Madrid. Más allá de todos los debates políticos sobre reparto de vacunas, composición de los grupos vacunales, quién y dónde se ponen las dosis, está la disponibilidad de los medicamentos. Poco a poco se van a tener más y esto va a permitir que se cumplan las previsiones, como el pasado viernes, día en el que se inyectaron un total de 30.000 dosis vacunales en nuestra comunidad. De los vacunados, la mitad fueron mayores de 80 años que residen en sus domicilios y la otra mitad, repartida en diferentes puntos de vacunación, fueron profesores, profesionales sanitarios y otro tipo de trabajadores esenciales. En el mismo artículo del diario 20 minutos que nos da estos datos nos comentan las declaraciones que ha hecho el viceconsejero Zapatero sobre un informe que recaba datos de la experiencia escocesa. Afirman desde allí que pese a no haber finalizado la pauta de vacunación, recordemos que la mayoría de vacunas necesitan dos dosis, con la vacuna de Pfizer se están reduciendo hasta un 85% las hospitalizaciones, mientras que con la de AstraZeneca la reducción llega hasta el 94%.

Podemos echar también un vistazo a las cifras de vacunación totales de España con fecha del sábado consultando en la web oficial del gobierno español. En ella nos confirman que la campaña de vacunación contra el COVID-19 en España cumple este sábado su segundo mes de actividad con un total de 1.243.783 personas inmunizadas frente al SARS-CoV-2.

No cabe duda que todos querríamos haber alcanzado ya dígitos más ambiciosos pero tendremos que confiar en que a medida que se aprueben más vacunas, y las ya aprobadas afinen y mejoren sus cadenas de producción, el ritmo de vacunación seguirá incrementándose. En cuanto al resultado de la vacunación un país al que se puede mirar es Israel, ya que gracias a un acuerdo especial con una de las farmacéuticas han vacunado a buena parte de su población. Por ello están en disposición de ofrecer datos comparativos (entre vacunados y no vacunados) y ya empiezan a aparecer estudios al respecto: