Lo primero una píldora informativa sobre terminología, porque pasan los meses y se sigue viendo cierta confusión con los nombres. El coronavirus es en realidad una familia de virus, que incluye a 7 virus que afectan a humanos. Los hay relativamente leves, como los que originan el catarro común, los hay con una letalidad alta o muy alta, como el SARS-CoV y el MERS-CoV, pero que pudieron ser contenidos epidemiológicamente hablando, y está el virus actual, el SARS-CoV-2, que no tiene una letalidad tan alta como los anteriores, pero la gran difusión que puede alcanzar junto a una mortalidad que sube mucho en personas mayores o altamente sensibles, lo han alzado al podio de peligrosidad de su familia vírica. La enfermedad que genera en el ser humano el virus que ha provocado la pandemia que estamos sufriendo se llama Covid-19.
Precisamente, el hecho de estar aún inmersos en una pandemia, que actualmente se está cebando con países como Rusia y Brasil, hace que sigamos hablando más de epidemiología, de como parar el virus, que de la propia enfermedad que provoca.
El proyecto STOP-Coronavirus: factores clínicos, inmunológicos, genómicos, virológicos y bioéticos de Covid-19 sí que nace para estudiar la evolución y el pronóstico de la enfermedad en los pacientes. Como nos cuentan en El Confidencial arranca gracias al impulso del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre, con el aporte económico del Instituto de Salud Carlos III. Colaboran otros dos hospitales madrileños, la Fundación Jiménez Díaz y el Hospital Infanta Elena, así como el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia.
El estudio se quiere centrar en el abordaje clínico y terapéutico de la covid-19. Se va a analizar, en una primera fase, a 1.000 pacientes que hayan estado ingresados en los mencionados hospitales y hayan dado positivo a la enfermedad en una prueba PCR (las más fiables). Se recopiló información sobre sus muestras biológicas, pero también, entre otros muchos aspectos, de los tratamientos que se les aplicaron. Los propósitos son múltiples, pero hay dos de ellos bastante claros: aprender a predecir la gravedad en la evolución de la enfermedad y saber cuál ha sido la respuesta a los diferentes tratamientos.
Sin lugar a dudas, si hay un futuro rebrote de la enfermedad, estudios como este van a ser cruciales para ayudar a combatirla.
viernes, 29 de mayo de 2020
viernes, 22 de mayo de 2020
¿Qué va a ser necesario para prevenir futuros rebrotes del coronavirus?
En primera instancia, y se ha comentado aquí alguna vez, hay que confiar en la ciencia. Una solución definitiva en la lucha contra un virus que no se sabe si desaparecerá en el futuro o si ha llegado para quedarse, pasa tanto en un caso como en otro por el uso de una vacuna. Actualmente (información del 15 de mayo de la OMS) hay 110 proyectos de vacuna en fase 0 o preclínica, y 8 en fase clínica, con pruebas en humanos. De todas formas tenemos que mentalizarnos que la vacuna contra el SARS-CoV-2 no va a estar lista para este invierno, así que puede darse la situación de que tengamos que lidiar contra una segunda oleada sin ella. La inmunidad de grupo, además, parece que solo se puede conseguir mediante el uso de la vacuna, visto los datos que nos proporcionó el estudio de seroprevalencia: tan solo el 5% de la población española ha pasado la covid-19.
Podemos averiguar más mimbres de la prevención si nos fijamos en los requisitos que examinan los expertos del gobierno de cara a evaluar los pasos que da cada provincia en la desescalada. Parte de los indicadores que se evalúan, ya se ha comentado aquí alguna vez, tienen que ver con la capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios. Pero otros, (se pueden consultar todos en este PDF del ministerio de Sanidad), están enfocados a la prevención y a la detección temprana de la enfermedad, como el número de profesionales de los servicios de vigilancia epidemiológica dentro del área de Salud Pública.
Si finalmente llega un rebrote, ya sea en pequeña medida durante el verano, o como algunos expertos prevén hay una oleada fuerte en otoño, además de la prevención para que crezca de la forma más lenta posible entrarán en juego los factores que la palíen en la medida de lo posible. Esperamos tener tratamientos mejores, protocolos de atención más estandarizados y los sistemas sanitarios alerta y preparados para una respuesta eficiente.
Precisamente el pasado domingo se hicieron públicos los resultados de un estudio de Ipsos Digital sobre la lucha contra el covid-19. Los encuestados elegían, de una lista de hospitales de referencia, el que a su juicio era el centro que había sido más eficiente enfrentándose a la pandemia. Los dos que recibieron más menciones son madrileños: el Hospital Universitario La Paz y la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. En general, los usuarios valoran positivamente la actuación de los centros de referencia.
Podemos averiguar más mimbres de la prevención si nos fijamos en los requisitos que examinan los expertos del gobierno de cara a evaluar los pasos que da cada provincia en la desescalada. Parte de los indicadores que se evalúan, ya se ha comentado aquí alguna vez, tienen que ver con la capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios. Pero otros, (se pueden consultar todos en este PDF del ministerio de Sanidad), están enfocados a la prevención y a la detección temprana de la enfermedad, como el número de profesionales de los servicios de vigilancia epidemiológica dentro del área de Salud Pública.
Si finalmente llega un rebrote, ya sea en pequeña medida durante el verano, o como algunos expertos prevén hay una oleada fuerte en otoño, además de la prevención para que crezca de la forma más lenta posible entrarán en juego los factores que la palíen en la medida de lo posible. Esperamos tener tratamientos mejores, protocolos de atención más estandarizados y los sistemas sanitarios alerta y preparados para una respuesta eficiente.
Precisamente el pasado domingo se hicieron públicos los resultados de un estudio de Ipsos Digital sobre la lucha contra el covid-19. Los encuestados elegían, de una lista de hospitales de referencia, el que a su juicio era el centro que había sido más eficiente enfrentándose a la pandemia. Los dos que recibieron más menciones son madrileños: el Hospital Universitario La Paz y la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. En general, los usuarios valoran positivamente la actuación de los centros de referencia.
lunes, 11 de mayo de 2020
Proyectos de investigación sobre Covid-19 en España y Madrid
Hoy lunes 11 es el día que más o menos la mitad de la población española ha cambiado de fase en el proceso de desescalada del confinamiento. La otra mitad espera ir avanzado en breve, a medida que mejoren los indicadores de su provincia, (o zona sanitaria), que tienen en cuenta los expertos designados por el ministerio de Sanidad. En el caso de la comunidad de Madrid de momento nos toca seguir esperando, quedarnos en la fase cero, a la espera de que la mejora de alguno de estos indicadores implique podemos avanzar hacia la fase uno, en la que, por ejemplo, podrá abrir parcialmente la hostelería y aumentarán las posibilidades de movilidad de los ciudadanos.
Esto es importante, por supuesto, especialmente en nuestro día a día. Pero también lo es, nunca hay que perder la perspectiva, todos los estudios y proyectos de investigación que se están llevando a cabo en España y en el mundo encaminados a lograr vencer al SARS-CoV-2 a medio y largo plazo. Sin duda lo que tiene más repercusión es la carrera establecida entre los más de 120 grupos que trabajan en pos de una vacuna. Pero hay también grupos trabajando en estudios sobre la inmunidad que se genera como respuesta al virus y en la búsqueda de los mejores tratamientos para combatirlo.
Si nos ceñimos a España sabemos que al menos hay dos vacunas, de diferente naturaleza, en las que están trabajando sendos equipos trabajando en el Centro Nacional de Biotecnología, y una tercera en el Centro de Investigaciones Biomédicas, ambos organismos dependientes del CSIC. No son las únicas.
Gracias al Fondo COVID-19, lanzado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), se están financiado un total de 85 proyectos, todos relacionados con el virus, pero de muy diferente naturaleza: sobre la biología del virus, sobre el diagnóstico, sobre la infección en embarazadas, sobre vacunas, sobre fármacos y sobre inmunidad. Aquí podéis consultar todos y cada uno de los proyectos, y saber dónde se están sacando adelante. Por poner un ejemplo: investigaciones como esta de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) en la que se estudia el efecto que puede tener estar vacunado de la gripe sobre la infección de otros virus respiratorios, como el SARS-CoV-2.
¿Y en Madrid? De todos es sabido que en nuestra comunidad tienen la sede centros de referencia españoles como los mencionados Instituto de Salud Carlos III y el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC. Pero nuestros profesionales están tomando parte en muchas más investigaciones. Tal y como recoge la prensa los investigadores del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz están participando en un total de 37 proyectos de investigación sobre Covid-19. De estos 37, 10 son ensayos clínicos autorizados por la Aemps (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios). Los ensayos promovidos por esta agencia son en su mayor parte sobre medicamentos ya aprobados, para comprobar su eficacia contra la enfermedad provocada por el coronavirus. El hecho de hablar de un medicamento aprobado, sea para la lucha contra otro virus o incluso contra una enfermedad de diferente naturaleza, implica que ya hay muchos pasos dados, ya se sabe que el medicamento puede usarse en los pacientes y cuáles son las dosis admisibles. La investigación puede centrarse en la eficacia contra “el enemigo” que ahora nos preocupa.
¡La investigación es el único camino para vencer esta pandemia de forma definitiva!
Esto es importante, por supuesto, especialmente en nuestro día a día. Pero también lo es, nunca hay que perder la perspectiva, todos los estudios y proyectos de investigación que se están llevando a cabo en España y en el mundo encaminados a lograr vencer al SARS-CoV-2 a medio y largo plazo. Sin duda lo que tiene más repercusión es la carrera establecida entre los más de 120 grupos que trabajan en pos de una vacuna. Pero hay también grupos trabajando en estudios sobre la inmunidad que se genera como respuesta al virus y en la búsqueda de los mejores tratamientos para combatirlo.
Si nos ceñimos a España sabemos que al menos hay dos vacunas, de diferente naturaleza, en las que están trabajando sendos equipos trabajando en el Centro Nacional de Biotecnología, y una tercera en el Centro de Investigaciones Biomédicas, ambos organismos dependientes del CSIC. No son las únicas.
Gracias al Fondo COVID-19, lanzado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), se están financiado un total de 85 proyectos, todos relacionados con el virus, pero de muy diferente naturaleza: sobre la biología del virus, sobre el diagnóstico, sobre la infección en embarazadas, sobre vacunas, sobre fármacos y sobre inmunidad. Aquí podéis consultar todos y cada uno de los proyectos, y saber dónde se están sacando adelante. Por poner un ejemplo: investigaciones como esta de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) en la que se estudia el efecto que puede tener estar vacunado de la gripe sobre la infección de otros virus respiratorios, como el SARS-CoV-2.
La Fundación Jiménez Díaz participa en 37 proyectos para investigar la Covid-19 https://t.co/DNrFjgeXdB
— La Información (@la_informacion) May 9, 2020
¿Y en Madrid? De todos es sabido que en nuestra comunidad tienen la sede centros de referencia españoles como los mencionados Instituto de Salud Carlos III y el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC. Pero nuestros profesionales están tomando parte en muchas más investigaciones. Tal y como recoge la prensa los investigadores del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz están participando en un total de 37 proyectos de investigación sobre Covid-19. De estos 37, 10 son ensayos clínicos autorizados por la Aemps (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios). Los ensayos promovidos por esta agencia son en su mayor parte sobre medicamentos ya aprobados, para comprobar su eficacia contra la enfermedad provocada por el coronavirus. El hecho de hablar de un medicamento aprobado, sea para la lucha contra otro virus o incluso contra una enfermedad de diferente naturaleza, implica que ya hay muchos pasos dados, ya se sabe que el medicamento puede usarse en los pacientes y cuáles son las dosis admisibles. La investigación puede centrarse en la eficacia contra “el enemigo” que ahora nos preocupa.
¡La investigación es el único camino para vencer esta pandemia de forma definitiva!
jueves, 7 de mayo de 2020
Coronavirus: ¿Quién pasará a la fase 1 de la desescalada?
Lo primero que hay que aclarar, aunque sea un pequeño contrasentido, es que no está todo claro. En principio lo que se va a decidir en los próximos días, (el día 11 ya todo el mundo tiene que saber en qué punto está, puesto que es el día elegido para el cambio de fases), es qué provincias pasan de la fase 0 a la fase 1 del plan de desescalada.
¿Excepciones? Por un lado las ciudades autónomas tienen entidad propia en este asunto y, por otro lado, también las islas. Esto era más o menos previsible ya que en una isla si algo está claro es cuáles son sus límites. Finalmente parece que se va a poder hacer también la desescalada tomando como base unidades más pequeñas, las zonas de salud, como pedían comunidades autónomas como Cataluña y Castilla León, siempre y cuando se puedan garantizar que se cumplan las normas dentro de dichas zonas. Otra excepción es que hay cuatro pequeños territorios que están en la fase 1 desde el día 4 de mayo, lunes: las islas de Formentera, El Hierro, La Gomera y La Graciosa
Precisamente son, en el momento de escribir estas líneas, Cataluña y Castilla-León las únicas comunidades que no han pedido pasar de forma "completa" a la fase 1, solicitando, en cambio, que lo hagan zonas sanitarias concretas, lo que cuadra con su petición hecha unos días antes. En Andalucía podría darse la situación contraria: que la práctica totalidad de las 8 provincias avancen de fase, pero que no lo hagan tres zonas sanitarias concretas.
En nuestra comunidad, en Madrid, ha habido ciertas dudas hasta última hora con diferencias de criterio entre los responsables políticos, pero finalmente se ha optado por pedir el paso a la fase 1 con, según palabras textuales “mucha prudencia y medidas de protección individual”. En Castilla La Mancha, pese a ser la cuarta comunidad en cuanto a contagios, detrás de varias de las mencionadas, confían en desembarcar en la siguiente fase sin problemas. Lo mismo, si cabe con más claridad, el resto de las comunidades. Desde Aragón y Asturias, de hecho, en un alarde de optimismo, han incluido en su petición, aunque no parece probable que esto se conceda, el hipotético pase de algunas comarcas directamente a la fase 2.
Hace unos días conocíamos el dato, proporcionado por la Fundación IDIS, de que los centros sanitarios privados han asumido el 19% de las hospitalizaciones requeridas por el covid-19, así como el 10% de los ingresos en UCI. Estos porcentajes reflejaban, en el momento de emitir la información, unas cifras totales de 22.000 y 1.100 pacientes respectivamente.
Puesto que parece que uno de los principales indicadores para avanzar de fase en fase durante la desescalada va a ser el número de camas en general, y las preparadas para atender a los casos más graves en particular, sería más que interesante seguir contando con todos los recursos a nuestro alcance; con las camas, digamos, normales, con las camas UCI y, por supuesto, con todos los profesionales sanitarios y de apoyo que trabajan en los centros tanto de titularidad pública como privados.
Para quien tenga curiosidad sobre este tema este es el enlace a un artículo donde exponen el panel completo de indicadores a analizar. La decisión de quién avanza y quién no la tomará un equipo de 12 expertos del departamento de Salud Pública, cuyos nombres se ha decidido que no trasciendan para, explican, evitar presiones. De todas formas insistir en que la clave va a ser aquello que garantice una respuesta sanitaria adecuada si el problema resurge.
¿Excepciones? Por un lado las ciudades autónomas tienen entidad propia en este asunto y, por otro lado, también las islas. Esto era más o menos previsible ya que en una isla si algo está claro es cuáles son sus límites. Finalmente parece que se va a poder hacer también la desescalada tomando como base unidades más pequeñas, las zonas de salud, como pedían comunidades autónomas como Cataluña y Castilla León, siempre y cuando se puedan garantizar que se cumplan las normas dentro de dichas zonas. Otra excepción es que hay cuatro pequeños territorios que están en la fase 1 desde el día 4 de mayo, lunes: las islas de Formentera, El Hierro, La Gomera y La Graciosa
Precisamente son, en el momento de escribir estas líneas, Cataluña y Castilla-León las únicas comunidades que no han pedido pasar de forma "completa" a la fase 1, solicitando, en cambio, que lo hagan zonas sanitarias concretas, lo que cuadra con su petición hecha unos días antes. En Andalucía podría darse la situación contraria: que la práctica totalidad de las 8 provincias avancen de fase, pero que no lo hagan tres zonas sanitarias concretas.
En nuestra comunidad, en Madrid, ha habido ciertas dudas hasta última hora con diferencias de criterio entre los responsables políticos, pero finalmente se ha optado por pedir el paso a la fase 1 con, según palabras textuales “mucha prudencia y medidas de protección individual”. En Castilla La Mancha, pese a ser la cuarta comunidad en cuanto a contagios, detrás de varias de las mencionadas, confían en desembarcar en la siguiente fase sin problemas. Lo mismo, si cabe con más claridad, el resto de las comunidades. Desde Aragón y Asturias, de hecho, en un alarde de optimismo, han incluido en su petición, aunque no parece probable que esto se conceda, el hipotético pase de algunas comarcas directamente a la fase 2.
Hace unos días conocíamos el dato, proporcionado por la Fundación IDIS, de que los centros sanitarios privados han asumido el 19% de las hospitalizaciones requeridas por el covid-19, así como el 10% de los ingresos en UCI. Estos porcentajes reflejaban, en el momento de emitir la información, unas cifras totales de 22.000 y 1.100 pacientes respectivamente.
Puesto que parece que uno de los principales indicadores para avanzar de fase en fase durante la desescalada va a ser el número de camas en general, y las preparadas para atender a los casos más graves en particular, sería más que interesante seguir contando con todos los recursos a nuestro alcance; con las camas, digamos, normales, con las camas UCI y, por supuesto, con todos los profesionales sanitarios y de apoyo que trabajan en los centros tanto de titularidad pública como privados.
Para quien tenga curiosidad sobre este tema este es el enlace a un artículo donde exponen el panel completo de indicadores a analizar. La decisión de quién avanza y quién no la tomará un equipo de 12 expertos del departamento de Salud Pública, cuyos nombres se ha decidido que no trasciendan para, explican, evitar presiones. De todas formas insistir en que la clave va a ser aquello que garantice una respuesta sanitaria adecuada si el problema resurge.
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