jueves, 31 de diciembre de 2020

Un año terrible que termina con esperanza: la vacuna

 El día esperado por una gran mayoría de ciudadanos ha llegado (por desgracia, no por todos): después del inicio testimonial de la campaña de vacunación el pasado domingo, con unas pocas dosis en algunas residencias, ayer miércoles se reanudaron las vacunaciones. 

Según cuenta la agencia EFE, y debido a un fallo logístico en Bélgica, hemos perdido un par de días ya que se retrasó la entrega de las dosis de la vacuna de Pfizer que correspondían a España. En total han llegado a nuestro país, de momento, más de 350.000 dosis, de las cuales 48.750 corresponden a la Comunidad de Madrid. A su llegada se inicia un proceso en el que primero hay que descongelar la vacuna para después empezar su administración. Los destinatarios de esta primera remesa  esperan en 37 residencias de personas mayores de nuestra región.

El primer vacunado de nuestra comunidad se llama Nicanor, nació en Extremadura, tiene 72 años y vive en una residencia pública del barrio de Vallecas. Se empezó en tres residencias y se espera llegar lo más pronto posible a los trabajadores y residentes de los 475 centros que hay en nuestra comunidad. Hay que recordar que la primera vacuna aprobada por la autoridades sanitarias europeas, la de Pfizer-BioNTech, ha de conservarse a temperaturas que oscilen cerca de los -70 grados bajo cero, lo que complica el proceso de distribución. A España las vacunas llegan a un almacén situado en Guadalajara y desde allí se reparten a las 17 comunidades autónomas.

En la primera fase de vacunación, además de los residentes y trabajadores en las residencias de mayores y de atención a grandes dependientes, van a recibir sus dosis de vacuna (esta vacuna funciona con dos dosis) los trabajadores sanitarios de centros públicos y privados y personas con discapacidad, grandes dependientes, que residen en sus domicilios. Después, cuentan en el diario El Español, desde la dirección general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad trazaran el siguiente listado de grupos.

Nos espera aún, pese a la vacuna, un invierno muy complicado. Las cifras de casos e incidencia están empeorando en casi toda España y aún no sabemos si el relajamiento de las medidas para que los ciudadanos puedan disfrutar un poco de esta extraña Navidad va a influir de forma negativa en los datos. No podemos, pese a todo, dejar de desear a todos los madrileños desde estas líneas un feliz año 2021, el año en que esperamos vencer de forma definitiva al coronavirus.

viernes, 18 de diciembre de 2020

Coronavirus: Nuevas restricciones en Madrid y la vacuna en ciernes

Una vez más se trastocan las intenciones de tocar algún otro tema, pero la actualidad relacionada con el coronavirus es tozuda y al parecer el viernes es el día que eligen nuestros representantes políticos para anunciar las novedades que han estado pergeñando a lo largo de la semana. Así, esta misma mañana ha habido rueda de prensa tanto del ministro de Sanidad, Salvador Illa, para anunciar el comienzo oficial de la campaña de vacunación, como del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruíz-Escudero, para anunciar nuevas restricciones para las fiestas navideñas en nuestra comunidad. Vayamos por partes.

Sobre la vacuna. De momento lo que se sabe es que la primera en ser distribuida en España, por ser la primera aprobada, va a ser la elaborada por Pfizer y BioNTech (recordemos que habíamos hablado ya sobre cuáles tenían más visos de ser las primeras). El día 21 la agencia Europea del Medicamento dará su visto bueno, y según ha comentado el ministro Illa, a partir del día 27 de diciembre, aunque sea domingo, se podría empezar a vacunar en nuestro país.  Inicialmente la idea es que todas las comunidades autónomas estén en disposición de hacerlo a la vez. Lo que se tiene claro es que el primer grupo en ser vacunados van a ser “las personas que viven en centros sociosanitarios y sus trabajadores”. Próximamente darán más información sobre el número de dosis de las que se va a disponer y sobre cómo se efectuará el reparto entre las 17 comunidades y las dos ciudades autónomas.

Sobre las restricciones para Navidad. Basándose en los mínimos que ha establecido el ministerio de Sanidad, tras consensuarse en las reuniones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, cada comunidad autónoma puede endurecer las medidas o no, adaptándose a las circunstancias de la epidemia en su territorio. Por ejemplo, ayer mismo la Comunidad Valencia dio un paso hacia medidas más restrictivas. Euskadi, otra comunidad bastante afectada, de momento mantiene las medidas establecidas aunque sujetas a una futura revisión el próximo martes.

En Madrid tras varias semanas siendo el territorio con menor incidencia las cifras han empeorado los últimos días, así que se están tomando más medidas. Hoy ha comparecido, como decíamos, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, acompañado por los responsables de Salud Pública en la comunidad: Antonio Zapatero y Elena Andradas.

Por un lado han anunciado que se va a continuar imponiendo restricciones en zonas básicas de salud, ya que al parecer este es el sistema que funcionó la última vez que la situación se complicó. A partir del día 21 de diciembre las 5 zonas que han rebasado una incidencia de 400 casos por 100.000 habitantes (podéis consultar cuáles son en cualquier artículo de prensa) estrenarán nuevas restricciones durante 14 días. Estiman que es necesario tomar estas medidas ya que “el incremento de casos en la Comunidad de Madrid desde el 8 de diciembre ha sido de un 16%.”

Por contra no se van a tomar medidas adicionales en los ámbitos de la hostelería ni del turismo, ni tampoco se va a impedir que los madrileños salgamos de la comunidad para visitar a nuestros parientes. Pero sí que se ha modificado el plan de Navidad de la siguiente forma: se ha reducido el tamaño de los grupos que pueden reunirse para celebrar fiestas navideñas de 10 a 6 integrantes. Además estas personas solo podrán ser de dos grupos de convivientes como máximo.

La verdad es que ahora mismo en toda España estamos inmersos en una situación de incertidumbre. Muchos países europeos lo están pasando mal, incluso algunos que en la primera ola salieron bien librados, como Alemania. Y es palpable el miedo a que después de las vacaciones nos veamos sufriendo una tercera ola, especialmente si en Navidad relajamos demasiados las precauciones. Sigue siendo muy importante la responsabilidad personal.


miércoles, 9 de diciembre de 2020

Las listas de espera se vuelven a disparar por culpa del coronavirus

Desde hace meses se viene repitiendo hasta la saciedad que una de las razones fundamentales para mantener controlada la pandemia de coronavirus, además del daño directo que causa, es su endemoniada capacidad de saturar nuestra sanidad. Cada medio que se dedica a paliar la covid-19 es un medio menos para el tratamiento de otras dolencias. Por no hablar de que las precauciones que hay que tomar para evitar los contagios intrahospitalarios complica el desarrollo de cualquier actividad.

¿Es plausible el miedo a que el virus afecte gravemente a lo largo del invierno, igual que en la primera ola, a nuestro sistema sanitario? De momento ya sabemos que esto ha sido así en el primer semestre del año tan solo con mirar a uno de los indicadores que siempre nos preocupa: las listas de espera. Nos lo cuentan en El Periódico, con datos del Ministerio de Sanidad. Así, por ejemplo, el tiempo de espera para una operación quirúrgica no urgente ha pasado de 115 días a 170 de media (comparado con el mismo periodo del año anterior). A día 30 de junio hay casi 700.000 personas en lista de espera, esperando a ser intervenidas. También ha aumentado el tiempo de espera para las primeras consultas con los especialistas: ahora se tarda 34 días más en ser recibido que en el año 2019.

En nuestra comunidad, Madrid, el tiempo de espera medio para ser operado es mucho menor: 42 días. Aún siendo mejorable hay que reconocer que somos la región española que presenta una mejor cifra, y no es la primera vez. También nos cuentan en prensa, y hablamos de nuevo de toda España, que durante este primer semestre del año se han realizado un total de un 36% operaciones menos que en el primer semestre de 2019. La causa la tenemos todos clara: el efecto coronavirus.

Centrándonos en Madrid, comparto un recurso que quizás no todos conocen; en la web de la comunidad se pueden consultar las listas de espera, tanto las quirúrgicas como las de consultas externas o las de las pruebas diagnósticas. Se pueden consultar, como puedes ver aquí, tanto mes a mes, como por especialidad e incluso centro por centro. En el diario 20 minutos se han quedado con datos concretos como que la Fundación Jiménez Díaz es el hospital con menor lista de espera de Madrid desde que empezó la pandemia, pero cualquiera puede consultar el dato que le preocupe o que más le interese. A día de hoy están actualizados hasta octubre.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Coronavirus: ¿Qué se va a poder hacer estas Navidades?

Una vez más tanto los políticos, como nosotros, los ciudadanos, estamos en una de esas encrucijadas que nos plantean estos tiempos tan extraños que nos han tocado vivir. Por una parte la gente de a pie se pregunta en qué medida va a poder celebrar con los suyos las fiestas navideñas. Mientras, los responsables de las diversas administraciones quieren intentar paliar el golpe económico que pueden sufrir diversos sectores. Por otro lado, todos somos conscientes de que demasiadas alegrías podrían acabar siendo el germen de una nueva ola, la tercera, que arrancara con fuerza en enero, acompañada además con el frío del invierno. Lo que sí es cierto es que los expertos en epidemiología tienen bastante claro que lo óptimo es restringir las cenas y comidas a los convivientes habituales de cada casa.

Desde el gobierno central han lanzado una primera batería de indicaciones que muy pronto ha dividido a las comunidades autónomas, entre las que consideran que todo es adecuado, las que piden un poco más de dureza y más claridad en la normativa, y las que, en cambio, demandan un poco más de flexibilidad.

Como muestra de estas discrepancias sirva contar que lo que recomienda el ministerio de Sanidad es que en las cenas y comidas (Nochebuena, Nochevieja…) no se reúnan más de seis personas y que haya un toque de queda a la una de la madrugada. Adicionalmente recomiendan que sean en el exterior, algo que no parece muy viable. Por su parte, el País Vasco sería un ejemplo de comunidad que pide más dureza, señalando por ejemplo que cuando se contabilicen los comensales se incluya a los niños. Y en el otro lado de la balanza estamos Madrid y otras comunidades como Murcia, Cataluña y Navarra,  apostando porque se puedan hacer reuniones de hasta 10 personas. Sin embargo ,incluso estas comunidades difieren en otros aspectos como el toque de queda, y cada uno propone una cosa. Aquí en Madrid se considera oportuno alargarlo hasta la 1:30 de la madrugada, teniendo en cuenta que a veces las distancias o el tráfico pueden hacer más complicado el retorno al domicilio.

En una comparecencia realizada esta misma mañana, el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, nos ha pedido a los madrileños, que tanto durante el puente en ciernes, como en las fiestas navideñas, se eviten "aglomeraciones, concentraciones y calles comerciales" así como “movimientos innecesarios”. En los próximos días sabremos en qué se concretan todas estas sugerencias y recomendaciones, (u obligaciones y normas), tanto a nivel autonómico como en todo el país. Y más allá de lo que nos digan es importante que todos y cada uno de nosotros nos concienciemos de que no se puede tirar por tierra el trabajo realizado.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Así va la carrera por las vacunas contra el coronavirus

No es, lo de la carrera, la expresión más afortunada para referirse a un tema tan serio como la consecución de las primeras vacunas contra el SARS-CoV-2, pero en cierta forma, no se sabe si por el ansia de información de los medios o por los propios equipos de prensa de las empresas farmacéuticas, es lo que parece. Un día una empresa da un dato de eficacia del 90% y al día siguiente otra lo da del 92%. Intentemos poner un poco de orden en esta información. Tenemos, quizás, demasiados datos sobre el estado de las investigaciones, sus avances y también de las dificultades con las que se van topando.

Rompieron el fuego, de una semana y media loca de informaciones, desde BioNtech-Pfizer, anunciando que su vacuna presentaba una eficacia del 90%. Esta misma semana han dicho, hace dos días, que en el último estudio de la fase III la vacuna es 95% efectiva en la prevención de infecciones, incluso en adultos mayores. Han reportado 170 casos de infección y de ellos, solo 8 han sido en el grupo de voluntarios que recibió la vacuna. El resto entre los que habían recibido el placebo.

Apenas un par de días después los responsables de la vacuna rusa Sputnik V, basándose en la distribución de 20 casos confirmados de infección entre los grupos de voluntarios (recordemos vacunados versus los que reciben placebo) afirmaron que su vacuna tiene una eficacia del 92%. Sí, son pocos casos, pero la primera nota de prensa de Pfizer era similar. Los datos los daba un responsable del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, dependiente del ministerio de Salud ruso.

Esta semana hemos tenido datos también de la vacuna que elaboran en la biotecnológica Moderna, que nos anuncia que su vacuna alcanza el 94,5% de efectividad, según los primeros resultados hechos públicos de su ensayo clínico de fase III. Esta vacuna, sería la más avanzada entre las que se están investigando en los Estados Unidos. Moderna tiene su sede en Cambridge, en el estado de Massachusetts.

Y ayer mismo leíamos las últimas novedades sobre la vacuna de la Universidad de Oxford-AstraZeneca. Nos aseguran que es segura y genera respuesta inmune en todos los grupos de edad analizados, incluyendo los adultos mayores de 70 años. Estos resultados, preliminares, corresponden a la fase II del ensayo de la vacuna y han sido publicados en The Lancet. Esta prueba se ha realizado sobre 560 participantes adultos, divididos en tres grupos de edad.

Lo último que leemos, hoy mismo en prensa, es que la UE podría aprobar antes de que acabe el año, en torno a mediados de diciembre, dos de estas vacunas. Las candidatas que tienen más visos de ello son la de BioNTech-Pfizer y la de Moderna. Vemos que los datos que ofrecen corresponden a la fase III de la investigación. Recordemos que en la Unión Europea el organismo que se encarga de aprobar las vacunas es la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y que podría darse el caso, por ejemplo, que una vacuna se aprobara en Estados Unidos, o lo hiciera antes, y aquí no. Lo más importante es que tengamos todos claro que en Europa no se va a aprobar ninguna vacuna que no demuestre su absoluta seguridad y que, además, aporte un grado alto de eficacia. En nuestra comunidad se quiere vacunar a más de 75% de la población, por lo que será necesario que todos confiemos en la ciencia y en el gran esfuerzo realizado en la investigación de las diversas vacunas.


martes, 10 de noviembre de 2020

Se empieza a usar la sanidad privada en la lucha contra la segunda ola del coronavirus

 A finales del mes pasado la prensa informaba de algunas derivaciones de pacientes con covid-19 “concretas” hacia centros privados en las comunidades de Madrid, Navarra y Cataluña. El actual estado de alarma no contempla que la sanidad pública haga uso de los recursos de la sanidad privada, como sí estaba establecido en la primera ola. Así que, en este tema, como en otros muchos, cada comunidad autónoma continúa haciendo la guerra por su cuenta, y en cada región española se toman diferentes decisiones.

La semana pasada comentábamos aquí las recientes declaraciones que hacían desde la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) proponiendo fórmulas de colaboración. Posteriormente hemos leído el llamamiento que hacen desde CCOO y UGT en Aragón, animando a aprovechar los recursos de la sanidad privada, ya que consideran que la situación de los hospitales públicos (en la comunidad aragonesa) es preocupante por el aumento de ingresos de pacientes covid y que si se hace antes uso de los recursos la sanidad privada tendrá un papel fundamental para evitar que la pandemia se extienda.

Por otro lado en el caso de Cataluña sí que, desde el pasado viernes, se han dado pasos más claros para integrar tanto las mutuas de accidentes de trabajo como los centros de sanidad privados en el global del sistema publico de salud de manera temporal para anticiparse al aumento de presión asistencial derivado del coronavirus. El coordinador de la comisión de seguimiento de la lucha contra el covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, dio un dato espeluznante que justifica sobradamente la decisión: la red de unidades de cuidados intensivos del sistema está al 87% de su capacidad. Al integrar las camas para críticos que aportan la sanidad privada la cifra desciende hasta el 57% del total de ingresados en las UCI catalanas. Una vez más vemos que este tipo de decisiones, para trabajar juntos, se toman casi siempre en España cuando los sistemas ya están contra las cuerdas. Cuando puede ser tarde.

En la comunidad de Madrid, según datos de ayer mismo, la situación mejora lentamente y baja la presión hospitalaria tanto a nivel de camas en planta como de camas UCI. Recordemos que en la sanidad madrileña hay integrados en el sistema público sanitario varios hospitales de gestión indirecta. A todos los efectos son parte de nuestra sanidad así que, por descontado, están participando en primera línea en la lucha contra el covid-19, igual que lo están haciendo en el tratamiento de todas las demás enfermedades con excelentes índices de eficiencia. Este hecho, siendo positivo para afrontar la situación actual, no debería impedir que se unan a la lucha contra el SARS-CoV-2 aún más recursos privados y que lo hagan cuanto antes. De momento, crucemos los dedos para que los datos mantengan lo que parece ser una tendencia positiva, pero preparémonos para cualquier escenario, ya sea de esta tercera ola o de hipotéticas nuevas embestidas del coronavirus.



viernes, 6 de noviembre de 2020

Es hora de usar todos los medios contra el coronavirus

 Una de las frases que más se ha repetido en los últimos meses ha sido que, aunque haya más casos, como se detecta más y se rastrea más, la situación no es tan complicada como la vivida en los meses de marzo y abril. El hecho es que la frase se empieza a desgastar de tanto usarla y empieza a ser ya, por culpa del paso de las semanas, tan solo una verdad a medias. Comunidades que sufrieron la primera oleada en menor medida que el resto de España, como Asturias y Andalucía ya están peor que en aquellos momentos. Por ejemplo, los hospitales andaluces ya tienen más ingresados por coronavirus actualmente que en el pico de marzo.

Pero la presión hospitalaria aumenta en toda España, lo que va a empezar a comprometer la asistencia sanitaria al resto de las enfermedades, ya que el tratamiento de la covid-19 nos canibaliza todos los medios de los que dispone la sanidad pública. Ya hay nueve comunidades autónomas cuyas UCI entran en riesgo, llegando los niveles de ocupación al 40% en las regiones más afectadas. En unos sitios más, en otros un poco menos, pero la situación es ya preocupante en toda España. Y en casi toda Europa.

Siempre decimos que hay que usar todos los recursos existentes para luchar contra esta pandemia. En otras ocasiones hemos hablado de usar las camas de los hospitales privados y concertados en la lucha directa contra el SARS-CoV-2. Ahora desde la sanidad privada sugieren otra posibilidad que podría ser interesante: crear un circuito no-covid para usar en caso de emergencia.

Desperdiciar el tiempo y los recursos, cuando la situación se empieza a parecer demasiado a la de finales de marzo y abril, sería demencial. Hay que actuar mejor y de forma más coordinada. Hay diversas formas de hacerlo pero lo importante sería tenerlo claro desde ya, porque la situación no deja demasiado margen de tiempo. Una podría ser la que se refleja en esta última propuesta de ASPE, creando corredores seguros para pacientes no-covid en la sanidad privada. La otra puede ser compartir el peso, como se venía proponiendo hasta ahora, de los tratamientos de los pacientes con covid-19 en todos los hospitales, sea cual sea su tipo de gestión. 

Puede haber infinidad de fórmulas intermedias. Cualquiera de ellas puede funcionar, siempre que se haga de forma organizada, coordinada, y bajo criterios que garanticen el mejor aprovechamiento de todos los medios disponibles. Lo que no podemos hacer es caer en la improvisación y tomar las medidas oportunas cuando ya estemos con el agua al cuello.


jueves, 29 de octubre de 2020

El coronavirus no perdona a nadie en Europa

Ya en su primera oleada el coronavirus golpeó con muchísima dureza por toda Europa, pero nos quedamos con la sensación de que España e Italia absorbieron buena parte de ese golpe, quizás porque empezamos a sufrir primero. Pero sí es cierto que algunos países como Portugal y Grecia consiguieron, aunque sólo fuera parcialmente, sortear lo más duro del embate.

La segunda ola, por su parte, parece avanzar de forma inmisericorde, poco dispuesta a dejar a ningún país del viejo continente indemne. ¿Por qué se ceba así el virus en Europa? Casi nunca hay una sola causa. En parte puede ser que estemos recabando datos, e informando de ellos, con más seriedad que otros muchos países. Dicho de forma coloquial, puede que en otras latitudes no sepamos realmente “cuánto” SARS-CoV-2 hay ni por aproximación. También hay algunos expertos que esgrimen que puede haber factores genéticos que hagan que los ciudadanos europeos estemos más expuestos a sufrir la enfermedad de forma grave. Muy interesante, al respecto, esta entrevista al genetista Luis Izquierdo.

Si bien España cuenta con el dudoso honor de haber encabezado los rankings de fallecimientos y el ritmo en el crecimiento de casos, ya casi nadie se salva y hay países en los que la expansión de la epidemia está, ahora mismo, aún más desbocada que aquí. Podría ser el caso de Francia, donde ayer mismo Macron decretó un confinamiento domiciliario que entrará en vigor mañana viernes. Se trata de un confinamiento prácticamente total aunque no tan estricto como el que vivimos aquí la pasada primavera.

En España hoy siguen acumulándose las noticias sobre comunidades autónomas que se cierran de forma perimetral, incluyendo a Madrid, aunque en nuestro caso la presidenta Ayuso quiere que el cierre solo esté en vigor durante los puentes, el de Todos los Santos y el de la Almudena. En unos casos y otros habrá que ver en las dos próximas semanas si las medidas empiezan a dar resultado o si nos vemos abocados a confinamientos u otro tipo de soluciones más duras.

Hoy nos levantábamos, además, con la noticia de que la gran difusión (y tan homogénea) que está teniendo el virus en Europa puede estar motivada por una nueva variante genética del virus SARS-Cov-2 (lo que se suele llamar una nueva cepa) que podría haberse originado en España durante el verano, y que después habría llegado a otros países europeos transmitida por trabajadores agrícolas. Se trata de un estudio preprint, (de los que tanto abundan últimamente, quizás demasiado) que por lo tanto aún no ha sido sometido a la revisión por pares ni publicado formalmente; y como tal hay que tomárselo.

Sea cual fuera la causa de la virulencia, y nunca mejor dicho, que muestra la transmisión del virus por todo continente, a los ciudadanos nos tranquilizaría, al menos en parte, ver una respuesta coordinada por parte de la UE y países vecinos, aunque se antoja difícil, ya que al parecer ni siquiera un país como España es capaz de unificar criterios en la lucha contra la pandemia. También parece complicado encontrar un país que pueda liderar esta respuesta, o servir como espejo en el cual mirarnos. Alemania ha sido quizás, de entre los países europeos más poblados, quien mejor ha contenido la transmisión, y además están tomando medidas más duras que nosotros, antes que nosotros, pero la situación empieza a ser muy delicada y también han roto su techo de casos.

El refrán dice que cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pongas las tuyas a remojar. Viendo que los grandes países europeos se encaminan hacia confinamientos, más o menos estrictos, con más o menos excepciones, tal vez deberíamos prepararnos para ser los siguientes.

viernes, 23 de octubre de 2020

¿Es necesaria una auditoría de la gestión de la lucha contra coronavirus?

La verdad es que empiezan a ser muchas las voces cualificadas que dicen que sí, que no solo es necesaria, sino que es imprescindible y urgente. Una auditoría, por supuesto, científica y técnica, no política, llevada a cabo por expertos independientes, y realizada con el afán de saber qué se ha hecho bien, qué se ha podido hacer mal y, muy especialmente, qué se podría mejorar a partir de ahora. Porque, lamentablemente, esto no se ha acabado. Ni mucho menos.

Peticiones de este tipo ha habido varias a lo largo de los últimos meses. Una de la más reciente viene firmada por los médicos, concretamente por la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme). Aunque reconocen que el plan de Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19, actualmente un documento aún en borrador, está más elaborado que planes anteriores, consideran que debería haber sistemas de auditoría externa que analicen las medidas tomadas y aporten mejoras hacia el futuro. Vamos, lo lógico.

Recordemos que este documento (intentaremos hablar más despacio sobre él cuando se presente la versión oficial) presenta cuatro niveles de riesgo diferentes (más un quinto escenario en el cual las cosas van razonablemente bien). Desde Facme piensan que las autoridades autonómicas y/o municipales deberían ser las encargadas de adaptar a sus territorios las medidas propuestas.

Paradójicamente el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ante la que ha sido la petición de auditoría que más eco ha recibido, ha mostrado su “buena predisposición” a realizarla. Estamos hablando de la carta publicada en la revista The Lancet donde expertos españoles y de otros países, a los que se sumaron numerosas sociedades científicas, pedían una "evaluación independiente e imparcial" de la labor realizada tanto por el gobierno central como por los 17 gobiernos autonómicos. Uno de los firmantes de la carta, Joan Carles March, ha dicho que sería muy importante no solo para afrontar la situación actual, también para prepararse contra futuras pandemias.

Se quieren evaluar muchos aspectos, no solo sanitarios; también las circunstancias sociales y económicas que han podido influir. Por desgracia, encabezamos muchos rankings negativos: somos el peor país en aprovechar la colaboración de la sanidad privada, en julio un informe de la Universidad de Cambridge calificó nuestra gestión de la primera ola como la peor de la OCDE y actualmente estamos presentando cifras críticas en la segunda ola. No es demasiado consuelo ver que muchos otros países europeos también van a peor. Hay mucho, demasiado por evaluar.




jueves, 15 de octubre de 2020

¿Por qué sería malo para todos subir el IVA a la sanidad privada?

La verdad es que es muy difícil no dejarse arrastrar por el tsunami que está suponiendo en nuestras vidas el coronavirus, y se hace harto complicado tocar toda clase de temas relacionados con la sanidad como hacíamos tan solo hace unos meses en estas líneas. Pero hay veces en las que se hace necesario hacer una pequeña pausa, tomar aire y revisar con un poco de calma la actualidad, fijarse en esas noticias que pasan un poco desapercibidas porque al momento quedan sepultadas con una cantidad ingente de datos, número de casos, tasas de incidencia y, por desgracia, cifras de fallecimientos causados por la covid-19.

Uno de los temas de los que se ha hablado, pero no lo suficiente, es la hipotética intención del Gobierno (de momento lo están evaluando) de gravar tanto la sanidad como la educación privadas con un IVA del 21%, en el marco de otros cambios posibles en los que determinados productos pasarían de IVAs reducidos (el 4% o el 10%) al IVA máximo, actualmente del 21%. 

En el caso de las actividades educativas y sanitarias hablaríamos de saltar de golpe de estar exentas a un IVA máximo. Esto ya choca de por sí. Además, en el caso de anular la exención es francamente llamativo que se imponga, un IVA máximo a actividades esenciales y de primera necesidad, como si se trataran prácticamente de artículos de lujo o innecesarios.

Según Isidro Díaz de Bustamante, presidente de la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada, la propuesta busca desincentivar el uso de la sanidad privada, y es contraria al interés general. No solo señala lo que ya se ha comentado, que hablamos de un servicio de primera necesidad, sino que nos recuerda que la exención del IVA está presente para la sanidad en todos los Estados de la Unión Europea. Pone como ejemplo precisamente la Comunidad de Madrid, donde la sanidad privada presta servicio a 2,6 millones de habitantes. Indudablemente habría un traspaso de pacientes hacia la sanidad pública lo que redundaría en un aumento del gasto público.

Desde la patronal catalana Fomento del Trabajo opinan que que "gravar con IVA la sanidad privada agravaría la viabilidad de la pública y las listas de espera". También creen que si finalmente se llevara a cabo iría en contra de los principios de la Unión Europea y que, además, perjudicaría a todos los ciudadanos.

Por su parte, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, considera que "en estos momentos las subidas del IVA no son aconsejables”. Está claro que las subidas de IVA son una decisión aparentemente fácil de tomar cuando se quiere ingresar dinero de impuestos de forma rápida y constante. Ahora bien, cuando se toman decisiones de este tipo casi nunca se piensa en el sector afectado, ni en la repercusión que tendrá un aumento del 21% en el precio de un servicio esencial ni, mucho menos, en los ciudadanos. 

Actualización: Recién publicada esta pequeña reflexión sale alguna novedad al respecto. La última hora es que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dejado entrever, según publican en Redacción Médica, que finalmente se descarta aplicar un IVA del 21% a los servicios que da la sanidad privada. Imaginamos que esto también incluye a la educación privada y otro tipo de servicios como, por ejemplo, las autoescuelas. Como veníamos comentando, y como recuerdan los representantes de diversos colegios profesionales, la exención actualmente aplicada emana de una Directiva europea y sería, por lo tanto, de obligado cumplimiento.


viernes, 9 de octubre de 2020

Coronavirus en Madrid: el culebrón que no cesa nos lleva al estado de alarma

Es una pena constatar que ahora mismo, en lugar de hablar de cómo afrontar mejor entre todos la lucha contra el coronavirus SARS-CoV-2, de cómo orientar todos los recursos disponibles, públicos y privados, en pos de un objetivo común, y de la evolución de la enfermedad en nuestra Comunidad, estamos a otra cosa. Los ciudadanos asistimos a discusiones entre los responsables políticos de las diferentes administraciones, con la guinda de la incertidumbre de no saber si las decisiones tomadas van a ser refrendadas o, por el contrario, anuladas o modificadas por el poder judicial.

Entre las últimas novedades tenemos que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, alegando que afectaban a derechos y libertades fundamentales, anuló las medidas tomadas por el ministro Illa para confinar, especialmente, la ciudad de Madrid. Recordemos que en primera instancia la Comunidad puso en marcha confinamientos perimetrales que afectaban a unos barrios de Madrid capital y a otros no. Posteriormente el gobierno central ha optado porque toda España se someta a unas restricciones que, en función de tres baremos, marquen en qué momento se tiene que confinar una ciudad por completo.

Tras el varapalo judicial la situación cambió de nuevo, y el presidente Sánchez sugirió que iba optar por el estado de alarma en Madrid, pero ateniéndose a sus compromisos iba a abrir un nuevo proceso de negociación con la presidenta Ayuso. Mientras tanto, los ciudadanos madrileños hemos estado durante unas horas (y estaremos hasta que lo diga el BOE) sin unas restricciones claras que cumplir y escuchando peticiones, no respaldadas por normas, de que restrinjamos la movilidad. Pues bien, el culebrón en los últimos instantes acaba de dar un paso más, y finalmente desde el gobierno central ha decidido de forma unilateral decretar el estado de alarma para poder confinar Madrid y otras localidades de forma perimetral. Alegan que la Comunidad no ha aceptado ninguno de los escenarios propuestos por el gobierno. Esta decisión, motivada por la falta de acuerdo, junto a la guerra de cifras que se traen ambos gobiernos entre manos, cada uno de ellos respaldado por diversos medios de comunicación, va a traer cola. Ahora mismo los madrileños estamos confusos y a la expectativa, sin saber a ciencia cierta qué es lo que podemos hacer, y lo que no, y desde cuándo.

Y es inevitable pensar que, mientras todo el lío tiene que ver con un tipo muy concreto de medidas, no se habla de nada más. No se habla de los recursos del sistema sanitario que no se refuerzan, no se habla de la atención primaria, no se habla de que sería conveniente tener más rastreadores y no se habla de los últimos consejos de la comunidad científica, que advierten de la importancia ya demostrada del contagio por aerosoles, lo que multiplica la importancia del uso adecuado de las mascarillas y de la ventilación. No se habla de muchas cosas. Por ejemplo, no sabemos si llegó a buen puerto el acuerdo de colaboración con la sanidad privada para que se de oxígeno al sistema de salud madrileño con el uso de esos recursos que ya están ahí, a nuestra disposición. Y lo mismo con la puesta en marcha de los hoteles medicalizados. Por favor, que las discusiones entre administraciones y las guerras de cifras no nos hagan olvidar todo esto. Lo más importante El coronavirus sigue ahí.


jueves, 1 de octubre de 2020

¿Es posible diferenciar la gripe, el catarro y la covid-19?

En las últimas semanas casi todos los medios de comunicación españoles han publicado algún tipo de artículo sobre las diferencias que existen en los síntomas de la covid-19 (la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2), la gripe y los catarros o resfriados (algunos de ellos, por cierto, provocados por otros tipos de coronavirus). Como ciudadanos damos la bienvenida a este tipo de noticias, ya que todos demandamos toda la información posible, pero nunca hay que perder la perspectiva: a día de hoy ni siquiera un médico es capaz de diagnosticar la covid-19 con certeza absoluta, sin recurrir a una prueba, ya sea serológica o PCR, que se lo confirme.

Y todos tenemos que tener claro una cosa: ante cualquier síntoma sospechoso, o si hemos sido contactos de un caso, hemos de contactar con nuestro sistema de salud.

Dicho esto, por ejemplo en Redacción Médica, da algunas claves Isabel Jimeno, responsable de vacunas de la de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Indica que los catarros, más banales, suelen cursar sin fiebre, o fiebre baja, y que covid y gripe coinciden en cursar con fiebre, mialgias y tos. Pero remarca que el paciente de covid-19 puede perder en muchos casos el olfato y el sabor de las cosas, y en ocasiones el afectado sufre empeoramientos bruscos.

En Informaria digital han hablado con el doctor José Daniel Alcázar, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Málaga, que comenta que puede ser complicado discernir entre las tres enfermedades en sus primeras fases. Si se presenta astenia (fatiga general) y fiebre alta lo lógico es descartar los catarros. Tanto la gripe como la covid suelen presentar complicaciones respiratorias, pero es más frecuente en la afección provocada por el coronavirus. El doctor Alcázar recomienda estar atento a síntomas como la tos y el ahogo. También incide en que el comienzo de la covid es más paulatina que la de la gripe.

A la hora de contactar con los servicios sanitarios es importante explicitar, además de los síntomas, si creemos que hemos tenido contacto con algún caso de covid-19. Aunque muchos artículos recomiendan establecer el contacto ante síntomas concretos, la verdad es que todas las comunidades autónomas cuentan con teléfonos específicos para la atención de esta enfermedad donde podemos dejar que un experto decida si nuestros síntomas son relevantes o no. Y dada la situación de pandemia que vivimos, y del riesgo no solo para nosotros, sino para toda la sociedad, lo más oportuno es confiar en el trabajo de los profesionales de la sanidad.


lunes, 21 de septiembre de 2020

Y estas son las medidas específicas de Madrid contra el coronavirus

Finalmente el viernes pasado, mediante comparecencia pública, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto a Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad, desgranaron una serie de medidas, alguna de ellas no exenta de cierta polémica.

Las medidas tomadas las podríamos dividir en medidas generales para toda la Comunidad de Madrid y en los confinamientos. Algunas de las medidas genéricas son:

Se quiere hacer cerca de 900.000 tests rápidos en las zonas más afectadas, para evaluar la situación en cada una de ellas.

Límite de seis personas en cualquier reunión.

Vigilancia del cumplimiento de las cuarentenas de los enfermos o sospechosos de infección.

Por otro lado tenemos los confinamientos selectivos, que afectan a casi 900.000 ciudadanos, de las 37 zonas básicas de salud más afectadas por el coronavirus (las que tengan una incidencia mayor a 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes) . Estos confinamientos son más bien un conjunto de restricciones del movimiento, cierre de parques y jardines y limitación de aforo al 50% en comercios, hostelería y otros lugares cerrados. En la web de la comunidad de Madrid (ojo, es un PDF), tenéis el listado de zonas afectadas, su ubicación y los criterios de selección que han empleado.

Un problema que generan este tipo de medidas es la confusión (y también muestras de rechazo) con ciudadanos madrileños, especialmente de la capital, segmentada en diversas zonas de salud, que pudieran en un momento dado no saber exactamente si los confinamientos selectivos les afectan o no. Algunos medios de comunicación han intentado paliar esto con buscadores de calles confinadas, para poder comprobarlo de forma cómoda.

El último capítulo de esta historia es la reunión que han tenido Ayuso y el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, cuya única conclusión clara es que han creado un grupo conjunto de trabajo y poco más. Nadie va a decir, por supuesto, que la intención de trabajar de forma coordinada sea mala, todo lo contrario, pero queda la duda de en qué va a consistir exactamente esta colaboración.

Lo que tenemos que tener todos claro es que hay que bajar la incidencia del SARS-CoV-2 YA, que hay poner todos los recursos a nuestro alcance, públicos y privados, a pelear contra el virus, ya que no podemos permitirnos que la pandemia absorba toda nuestra capacidad de respuesta sanitaria. Las cirugías urgentes no pueden posponerse, las urgencias no pueden volver a saturarse y la presión sobre los hospitales no puede ir a más. Ese es el reto.


jueves, 17 de septiembre de 2020

Coronavirus: La situación de camas y UCIs empieza a preocupar en Madrid

Y mucho. Se ha dicho en varias ocasiones que la situación no era como la de marzo y abril, pero la pregunta ahora es ¿hasta cuándo? Algunos indicadores empiezan a encender las luces rojas, y si bien la evolución de la epidemia de SARS-CoV-2 no es peliaguda solo en Madrid, hay que tener en cuenta que en nuestro caso hablamos de una ciudad muy populosa con la adición de una zona metropolitana de gran densidad poblacional, lo que hace que la gestión de una epidemia sea mucho más compleja.

Comentamos que no solo es preocupante la coyuntura en Madrid, porque ayer mismo leíamos que en la comunidad de La Rioja la ocupación de UCIs ha alcanzado el 90%, por lo que van a habilitar más camas de este tipo, a la par que toman diversas medidas restrictivas de las reuniones sociales. Según algunos analistas son estas seis las comunidades autónomas que presentan una situación más delicada:

Pero no nos engañemos, ahora mismo es Madrid la comunidad que se encuentra en una posición más preocupante aportando un tercio de los contagios diarios que tenemos en España. Durante el día de hoy hemos estado todos los ciudadanos madrileños a la espera de que el gobierno de la comunidad presentara nuevas medidas sobre confinamientos selectivos y nuevas restricciones a la movilidad, pero los detalles no acaban de llegar. Ahora parece que nos informarán mañana. Para más confusión representantes políticos de diversos ámbitos han estado intercambiando mensajes: el ministro de Sanidad, Illa, insta a Madrid a actuar con contundencia, a “hacer lo que haga falta”, mientras que desde la comunidad su vicepresidente, Ignacio Aguado, le pide al gobierno central ayuda y más implicación.

Mientras, en medio, los ciudadanos, los sanitarios y los datos de la pandemia. Hoy jueves, 1.301 casos nuevos de coronavirus en las últimas 24 horas, que en realidad son casi 5.000, si restamos el total de hoy menos el de ayer. Miremos hacia donde miremos vemos peticiones de medios y profesionales que ayuden a paliar la situación.

Es especialmente dramático el llamamiento que hacen los médicos intensivistas, que afirman que se está a punto de llegar a la cifra de 360 infectados ingresados en camas UCI en la comunidad cuando ellos estiman en 500 las camas UCI disponibles en hospitales públicos. En la primera oleada fue necesario “crear” puestos UCI nuevos hasta casi llegar a los 2.000. Miguel Sánchez, representante de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, dice que “Ojalá se llegue a un acuerdo para que, como sucedió en la primera oleada de la pandemia, los hospitales privados ayuden a los públicos”.

Desde la sanidad concertada y privada han mostrado en diversas ocasiones su disponibilidad para poner todos sus recursos sobre la mesa, pero mientras tanto, parece que se quieren repetir los pasos de la primera ola, y ya se está hablando de reabrir el hospital provisional del IFEMA. Básicamente parece que hay cierto empeño en reincidir en los errores y no organizar con tiempo los recursos de los que se disponen, optando por rendirse a la improvisación.


viernes, 11 de septiembre de 2020

El coronavirus estrecha su cerco sobre Madrid

La verdad es que la situación ahora mismo en Madrid es preocupante, pero a veces es necesario poner un poco las cosas en el contexto adecuado para, sin dejar de estar francamente alarmados, no perder nunca la perspectiva. Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta es que ahora se está rastreando mucho más que en marzo y en abril. Sí, se debería hacer más y mejor, pero el hecho es que mirar solo la cifra de enfermos detectados por PCR no nos da una visión fiel de lo que pasa, ya que en la primera oleada se detectaban básicamente enfermos, y no precisamente los más leves, y ahora estamos contabilizando enfermos graves, leves y también a muchas personas que han pasado, o están pasando, la infección de forma asintomática.

Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que es complicado evaluar la situación en España de forma global. Se podría decir que cada comunidad autónoma está trazando su propia curva, y que mientras que regiones como Aragón y Cataluña, que han sido las primeras en pasarlo mal, ya empiezan a dar muestras de control de los datos, en las demás, que hemos ido detrás, la situación aún está empeorando. Aunque, también es cierto que Fernando Simón en su intervención diaria de ayer fue moderadamente optimista, y comentó que la evolución en la comunidad de Madrid es favorable y que ve síntomas de estabilización en muchas provincias españolas.

Tampoco deberíamos dejarnos llevar por el optimismo, una vez hechos todos los incisos posibles, ya que ahora mismo en Madrid nos encontramos con una huelga en ciernes en la atención primaria y con nuestros hospitales encabezando el ranking de camas ocupadas por covid-19, con un 17%.  Ya llegan noticias de que se suspenden algunas intervenciones y de pacientes derivados de un centro a otro para equilibrar la situación ya que, lógicamente, hay zonas más afectadas que otras. Las palabra de Simón traen cierta tranquilidad, pero la verdad es que ahora mismo ya tenemos a más de 300 pacientes ingresados en la UCI y las cifras de contagios diarios están en la parte más alta de la curva, con lo que la situación no va a mejorar a corto plazo.

Como señalan desde ASPE, podemos estar en el momento crucial para no repetir los errores cometidos en la primera oleada, cuando centros privados y concertados pusieron a disposición de los gobiernos autonómicos gran número de camas de hospital, tanto convencionales como UCI, y solo se usaron en parte, prefiriendo en ocasiones los representantes políticos optar por otras soluciones más efectistas, pero no por ello más efectivas, como hospitales de campaña u provisionales, por ejemplo el de IFEMA, aquí en Madrid. En marzo y abril hubo hospitales que se mantuvieron abiertos, por ser de primera necesidad, pero que no tenían apenas actividad, ya que su labor cotidiana estaba paralizada, y a la vez, no se derivaban allí enfermos de coronavirus. Es necesario coordinar los esfuerzos de los sectores público y privado, poniendo todos los recursos sobre la mesa, pero no de cualquier manera. Tal vez fijándose en cómo lo han hecho países como Francia y Alemania. El reto está en nuestro tejado. Por segunda vez.


viernes, 4 de septiembre de 2020

Tres pequeñas píldoras tecnológicas sobre sanidad

Hablemos hoy un poquito sobre diversos avances tecnológicos. Un tema apasionante sobre el que ojalá se pudiera comentar muchas más cosas, pero este año está saliendo como todos sabéis: bastante monotemático. La verdad es que resulta muy complicado no hablar del coronavirus, dado el impacto que está teniendo no solo en la sanidad madrileña y española; también en nuestras vidas.

Receta electrónica. Muy interesante el coloquio que tuvo lugar hace unos días sobre la receta electrónica privada, organizado por iSanidad. Representantes de diversos colegios oficiales y empresas relataron algunas de las ventajas que tendría la generalización de esta herramienta, como pueden ser las mejoras en seguridad, evitando falsificaciones y duplicidades, así como el respeto a la confidencialidad en el tratamiento de los datos de los pacientes.

Respiradores y mascarillas Made in Spain. Al final era inevitable contar algo relacionado con la covid-19. Según los datos proporcionados por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) dos empresas empezaron a fabricar respiradores, hasta 100 al día, y otras cuatro han estado manufacturando hasta 18 millones de mascarillas al mes. Para ello tuvieron que adquirir maquinaria y readecuar sus líneas de producción. Es un proceso de adaptación muy interesante y se podría decir que imprescindible en un contexto de crisis mundial, en el que prácticamente todos los países necesitan los mismos bienes.

Bebés histocompatibles. Tengamos cuidado con el lenguaje. Obviamente el avance tecnológico no es “el bebé”, si no la histocompatibilidad. ¿Y esto qué es? Pues lo que han logrado en el hospital madrileño Fundación Jiménez Díaz: el nacimiento de un bebé que podrá ayudar en el tratamiento de un hermano mayor afectado por anemia falciforme, ya que podrá donarle médula ósea con la seguridad de que sus tejidos y células son compatibles; no habrá riesgo de rechazo. Sin duda un bebé que supone una doble alegría.

martes, 25 de agosto de 2020

Coronavirus: La situación se complica en Madrid y en toda España

Pasan los días y, pese a las reticencias iniciales del Ministerio de Sanidad a considerar esto una segunda ola, el virus sigue campando a sus anchas, especialmente en algunas regiones españolas. Y en muchas zonas ya se puede hablar claramente de transmisión comunitaria. La diferencia con la primera ola es que, aunque ahora podamos rebasar aquellas cifras de diagnosticados a través de las pruebas PCR, no se puede establecer un paralelismo, ya que el aspecto positivo ahora mismo es que se hacen muchos más tests, y como consecuencia se detectan también muchos portadores asintomáticos del SARS-CoV-2. En la primera ola prácticamente todos los diagnosticados mostraban síntomas claros de covid-19.

Si centramos el foco en Madrid hay que decir sin ambages que la situación es mala. Los hospitalizados en nuestra comunidad han crecido un 24% en los últimos cuatro días y alcanzan ya la cifra de 1.544 pacientes. Los casos detectados crecen de forma sostenida y recientemente ha sido necesario la toma de medidas concretas, como el confinamiento de la localidad de Tielmes. Pero esto puede ser tan solo el principìo, ya que el doctor Simón, como todos sabéis, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, ya ha dejado caer que si la incidencia sigue aumentando “habrá que tomar medidas drásticas”, si bien es consciente de la complejidad que tiene esto en la zona del Madrid metropolitano.


Mientras la Comunidad continúa preparando, como todas las demás, la vuelta presencial al cole, algo que casi todos consideramos necesario, pero no por ello deja de generar una gran incertidumbre en muchos estamentos. Pero lo que más nos sigue preocupando a todos sigue siendo que nuestro sistema sanitario aguante esta segunda embestida, de momento más controlada, que no se vuelva a repetir la situación de abril, cuando hubo que poner en marcha el hospital de IFEMA, mientras paradójicamente la sanidad privada y la concertada insistían en que tenía camas, camas UCI, y por supuesto miles de profesionales “puestos a disposición en la lucha” contra el coronavirus.

jueves, 13 de agosto de 2020

¿Cómo va la carrera por la vacuna contra el coronavirus?

Ahora sí que podemos decir, sin temor a equivocarnos, que digan lo que digan desde el Ministerio de sanidad, esto es ya una segunda oleada de SARS-CoV-2 en toda regla, o que al menos lo parece. O si nos ponemos muy puntillosos, lo es ya en algunas comunidades autónomas, como Aragón, Cataluña y Euskadi, mientras que en la Comunidad de Madrid vamos camino de ello.


Vistas así las cosas, y más allá de pedir que se sigan poniendo todos los recursos a nuestro alcance en el “asador” por un lado, y responsabilidad individual, por otro, muchos ojos se giran hacia las vacunas. Por decirlo de algún modo, la gran “esperanza blanca” que puede ayudar a que controlemos la transmisión comunitaria, que ya parece ser una realidad, a la vez que nos acerque, de una manera más rápida, pero exenta de riesgos, a una inmunidad de grupo que nos ayude a salir de esta.


Podríamos decir que es una temeridad hablar de fechas, pero si desde el Instituto Robert Koch, centro epidemiológico en Alemania, se atreven a decir que es posible que haya vacuna contra la Covid-19 este otoño, no somos quien por aquí para contradecirlos. Eso sí, advierten que esto tampoco tiene por qué significar el control total sobre la pandemia; vamos que no es tan sencillo.


Otros expertos son más prudentes y hablan de principios de 2020 e incluso de mediados. Además hay que tener en cuenta, y esto lo ha comentado incluso el doctor Fernando Simón, que la primera vacuna será muy bienvenida, pero no quiere decir que sea la más efectiva. Hay muchas técnicas para conseguir una vacuna, unas son más rápidas de desarrollar que otras, y no todas pueden garantizar el mismo nivel de inmunidad. Paciencia.


De momento, los que no están teniendo paciencia son los promotores de la vacuna rusa. O más bien los responsables políticos, ya que esta ha sido la primera en ser aprobada por un gobierno, y suscita multitud de dudas, entre ellas la falta de publicación de estudios con resultados. Que el aval esgrimido sea que la ha probado la hija del mandatario, y que la hayan denominado Sputnik V, tampoco ayuda demasiado, la verdad.


Más aquiescencias parece estar recogiendo, por contra, la vacuna que se está desarrollando en la Universidad de Oxford, junto al laboratorio AstraZeneca, que es una de las que se encuentra ya en fase 3 de la investigación. Hoy hemos sabido que también se va a fabricar en Argentina y en México, para garantizar el abastecimiento en latinoamérica. Esta vacuna está obteniendo buenos resultados que sí se van publicando en revistas científicas, y está ya en producción, (lo que llaman “a riesgo”), para tener trabajo adelantado cuando la investigación finalice.


En total son seis los proyectos de vacuna que ya se encuentran en la fase 3. Además de la de Oxford podríamos contar en el futuro con la vacuna Sinovac, desarrollada en China; con la vacuna de Moderna y el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas NIAID, en los Estados Unidos; Sinopharm, por su parte, con dos proyectos en China, uno en Pekín y otro en Wuhan; y por último, a caballo entre Estados Unidos y Alemania, BioNTech, junto a Fosun Pharma y Pfizer también tienen un proyecto en fase 3. Ninguna de ellas, por lo que vemos, es la rusa, que parece estar solo en fase 1. Por su parte, la vacuna de CanSino Biological Inc, desde China, que al principio era de las más prometedoras, está ahora mismo en fase 2.


En España también hay muchos proyectos en marcha, entre ellos dos en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC, que esperemos lleguen a buen puerto.


miércoles, 5 de agosto de 2020

Coronavirus en Madrid: es momento de responsabilidad

Por supuesto, por parte de todos. Por parte de nuestros dirigentes políticos, a nivel de la Comunidad de Madrid y de gobierno central, pero también es momento de la responsabilidad individual: del lavado de manos, del distanciamiento social y del uso de la mascarilla.


Si bien es cierto que la situación parece más grave en Aragón y en Cataluña, donde ha habido transmisión comunitaria, Madrid tuvo el triste honor de colocarse como la segunda comunidad en número de nuevos casos el jueves pasado, cuando se incorporaron un total de 442 casos al registro, de los cuales 225 correspondieron a un período de 24 horas. Desde entonces los brotes han seguido multiplicándose, y durante esta semana se ha llegado a un total de 22 focos detectados.


Como ciudadanos deberíamos estar informados de que recientemente se ha presentado una nueva batería de medidas anti-covid-19. Las más destacada es, quizás, que nos unimos al resto de las comunidades en la obligatoriedad de la mascarilla, que ahora hay que usar en todo tipo de espacios, abiertos y cerrados, independientemente de que se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal.


¿Y qué hay de las administraciones públicas? Si se confirma que hay una segunda oleada van a ser necesarias varias cosas: por un lado que se rastree más y mejor, y por otro que dispongamos del máximo de recursos, (camas, personal, centros), para lo cual la colaboración público-privada va a ser más necesaria que nunca, y sería importante que se haga de forma planificada y no como fruto de la improvisación. 


Y no hablamos solamente de Madrid, ya que actualmente toda España se encuentra a la cola europea en cuanto a colaboración sanitaria público-privada. Cuando en la primera ola del coronavirus se puso en marcha la colaboración se hizo desde una óptica de imposición, cuando ya la sanidad privada se había puesto a disposición del interés general, lo que provocó fallos organizativos, con recursos preparados para recibir a enfermos de covid-19 que finalmente no fueron usados, a la vez que se ponían en marcha hospitales de campaña.


Según ha destacado Carlos Rus, presidente de la Alianza de Sanidad Privada Española (ASPE) hay diferencias significativas entre lo que se ha hecho en España donde no hay homogeneidad entre comunidades, y las claras fórmulas de colaboración que se han estimulado en países como Francia, Alemania y Reino Unido, donde se ha buscado primar el correcto servicio al ciudadano en el marco de la pandemia que sufrimos.




miércoles, 29 de julio de 2020

Tras la primera oleada de covid-19, ¿han disminuido las listas de espera?

Es difícil entrar en profundidad en ningún tema, porque ahora mismo España se encuentra en una encrucijada. No sabemos si vamos a meternos de lleno en una segunda ola epidémica de coronavirus, o si los rastreos de casos conseguirán apagar un brote detrás de otro. En todo caso, al menos en Aragón y Cataluña estamos hablando ya de transmisión comunitaria, con casos en los que el rastreo es imposible y no se sabe dónde se han podido originar. En otras como el País Vasco y Navarra preocupan algunos focos que se podrían complicar. En la Comunidad de Madrid, mientras tanto, hablamos ya de 11 rebrotes, lo que ha motivado la presentación de un nuevo plan covid con nuevas medidas de contención del virus, especialmente en el ámbito del ocio nocturno y de las reuniones familiares. También se ha decretado la obligatoriedad de las mascarillas y se está preparando para septiembre lo que han denominado “pasaporte covid”, que probablemente traiga cola. Veremos

El remanso por el que han transitado las aguas de la sanidad ha sido breve, y la pregunta es si ha podido aprovecharse para recuperar parte del inmenso descalabro que han sufrido, por necesidades del guión, las listas de espera de todo tipo. Seguramente se ha intentando, pero el tiempo ha sido escaso, y las operaciones quirúrgicas, pruebas diagnósticas y visitas a especialistas anuladas o desplazadas en el calendario, ingentes.

Al menos nos quedan algunas cuerdas de las que tirar, algunos ejemplos de buen hacer que han aprovechado el escaso tiempo que han tenido, y siguen haciéndolo en la medida de lo posible. Este fin de semana hemos podido leer en prensa diversos artículos sobre la Fundación Jiménez Díaz. Este hospital, de gestión mixta, pública-privada, está encuadrado en el grupo de centros de alta complejidad de Madrid y ha sido uno de los hospitales de referencia en la lucha contra el SARS-CoV-2. Ahora  nos enteramos de que presentan las cifras más bajas de listas de espera en la Comunidad, tanto en operaciones quirúrgicas como en consultas externas. Tras el pico epidémico, durante el mes de junio, han ido reduciendo la demora media para operarse; es más: han conseguido que en junio de 2020 esté más baja que en junio de 2019, (9,89 frente a 11,51 días), pese a todo lo que ha pasado.


Este dato, que puede parecer más o menos frío, se complementa con la opinión de los madrileños, que han elegido el Hospital Fundación Jiménez Díaz como el mejor hospital de Madrid, dentro del grupo de alta complejidad (casi el 94% de las opiniones). Tenéis los resultados de la Encuesta de Satisfacción que hacen los responsables de la Comunidad, en este artículo de Redacción Médica, segmentado en diversos rankings según el tipo de hospital.

jueves, 23 de julio de 2020

Sobre mutualismo administrativo, coronavirus y listas de espera

Llama la atención que en el momento en el que todos nuestros esfuerzos deberían centrarse en reforzar nuestra sanidad, contra la más que previsible segunda ola del coronavirus surja, cual serpiente de verano, un debate diferente. La duda con la siguiente oleada del SARS-CoV-2 es si llegará en otoño, si la estamos viviendo ya con los rebrotes que vemos a diario y la situación en Aragón y Cataluña… O, hay un tercer escenario: que no llegue nunca como tal, pero permanezcamos en la coyuntura actual, detectando rebrotes y apagando fuegos muchísimo tiempo, pero sin que se nos vaya de las manos.


Por eso sorprende que justo en estos momentos, desde el Ministerio de Sanidad, tal y como se plasma en un documento denominado "Transformación del Sistema Nacional de Salud en la era post-COVID 19", se ponga en entredicho el modelo que representan MUFACE y las otras mutualidades. Prescindir de ellas se traduciría en que, de un día para otro, la sanidad pública tendría que atender a cinco millones de personas más, con el consiguiente impacto en su funcionamiento y, especialmente, en las listas de espera, ya especialmente trastocadas.


Desde el ámbito de la sanidad privada la Fundación ISIS apuesta por sumar esfuerzos. A día de hoy afirman que ya hay 8,7 millones de personas aseguradas, y eso sin contar los mutualistas, con el consiguiente ahorro para el sector público. Sobre el mutualismo administrativo nos recuerdan que es la opción elegida, con libertad, por el 84% de los funcionarios, su eficiencia y que "favorece el equilibrio entre el sistema público y el privado”.


Por su parte, desde el CSIF, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, han remitido una carta a Salvador Illa, transmitiéndole la inquietud que el mencionado documento de trabajo ha generado en los trabajadores públicos, y trasladándole que opinan que el mutualismo administrativo reduce además la presión asistencial en el sistema público de Sanidad.


Pero, ¿qué opinan los ciudadanos? Pues a tenor de los resultados de la encuesta elaborada por SIGMA Dos para la Fundación IDIS, alrededor del 70% de los interpelados piensan que el aporte de la sanidad privada es importante para reducir las listas de espera en operaciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas, en particular, y para evitar que el sistema sanitario público se sature, en general. Un 77% de los encuestados afirman, también, que  los recursos tecnológicos de la sanidad privada para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades son buenos o muy buenos.


Es especialmente valorado como un punto fuerte de la sanidad privada sus menores tiempos de espera. También se ha preguntado, era lo procedente, sobre la labor que ha hecho la sanidad privada durante la crisis del coronavirus. Un 61,4% lo han considerado positivo.


A tenor de todo lo leído surgen varias reflexiones. Por un lado, si nos centramos en el tema de las mutuas, cuestionar el oportunismo de "sacar el tema" ahora, aunque sea un documento de trabajo. Y por otro, insistir en que lo más racional es siempre utilizar, es decir, poner al servicio de todos los ciudadanos, todos los medios, centros y personal cualificado que tenemos a nuestro alcance. Son mayoría los españoles que piensan que la sanidad pública y la privada tienen que colaborar para prestar una correcta asistencia a los ciudadanos. Pero es que ahora, para afrontar la crisis del coronavirus, que dista mucho de haber acabado, es más importante que nunca. Ejemplos de lo importante que es dicha colaboración los vemos a diario, y las trincheras son muchas, ya que hay que empezar a dar más peso a la prevención y a la Salud Pública, para detectar los probables casos cuanto antes, además de cuidar el frente asistencial.

martes, 7 de julio de 2020

Coronavirus: Los resultados finales del estudio de seroprevalencia no dejan sorpresas

A lo largo del día de ayer fueron presentados los resultados de la tercera ola del estudio de seroprevalencia. Como reza el titular los resultados simplemente confirman, con ligeras variaciones, lo que ya sabíamos a tenor de lo revelado en las anteriores oleadas. Sirva como resumen comentar que el 5,2% de la población española en general tiene anticuerpos contra el coronavirus, mientras que en el caso de los trabajadores sanitarios la incidencia alcanza al 10% del colectivo. Estos datos van en la línea de los expuestos en las anteriores ocasiones.


Obviamente los resultados presentan sensibles variaciones si saltamos de una provincia a otra, ya que la prevalencia varía desde el 14% de la provincia castellana de Soria hasta el 1,2% de la provincia andaluza de Huelva. En el caso de la Comunidad Autónoma de Madrid nos estaríamos moviendo en la parte alta del ranking, ya que se estima que un total del 11,7% de la población madrileña ha generado anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.


El estudio tiene algunos flecos interesantes, como que algunos positivos al test de anticuerpos en la primera ronda del estudio han dado negativo en la última oleada, concretamente un 14%. Esto, que en principio podría ser una mala noticia, es matizable, ya que según señalan algunos expertos este dato no tiene por qué significar, necesariamente, que se haya perdido la inmunidad. No obstante, los responsables del Instituto de Salud Carlos III, organismo encargado de la elaboración del estudio, piden prudencia a todos aquellos que hayan pasado la enfermedad, por si acaso no estuvieran totalmente exentos de volver a contraerla.


Ha coincidido la liberación de los resultados finales del estudio en la prensa generalista con la publicación de un paper sobre la primera tanda de datos en la publicación científica The Lancet (Es un PDF). La principal conclusión, tampoco es una sorpresa: con estas cifras estamos muy lejos de alcanzar la inmunidad de grupo. Algo que parece que solo conseguiremos si se logra sintetizar un vacuna adecuada.


Dada la situación, la resolución de la pandemia no va a llegar por la vía de la consecución de una inmunidad de grupo de forma natural, el único panorama posible pasa por, en primera instancia, no bajar la guardia durante el verano. Intentar mantener la situación lo más controlada posible, con intervenciones precisas en focos concretos, confinamientos muy selectivos y rastreo exhaustivo de los contactos de los casos detectados. Actualmente estamos viendo como hay en España más de 50 brotes en estudio y en dos de ellos, Lleida y Lugo, ha habido que confinar a los habitantes de una comarca dentro de los límites de la misma, y se está estudiando incluso, en el caso leridano, la posibilidad de tener que recurrir a la cuarentena domiciliaria, como en el pasado.


Esto ahora, pero a medio plazo hay que prepararse ante un más que previsible rebrote otoñal. Una segunda ola que, de producirse, se complicaría con la presencia de otras enfermedades infecciosas como la gripe. Para combatirla van a ser necesarios todos los medios a nuestro alcance. Tal y como hemos visto durante el pico epidémico ya superado la colaboración entre la sanidad pública y la privada no solo ha funcionado, sino que ha demostrado ser el único camino posible para no desperdiciar instalaciones sanitarias y talento profesional. No es momento ahora para tirar piedras sobre nuestro propio tejado; urge usar todos nuestros recursos para luchar contra la pandemia, ya que todo indica que van a ser más que necesarios.


lunes, 29 de junio de 2020

Cómo afrontar un verano con el coronavirus rondando

Las verdad es que como ciudadanos estamos a veces en una encrucijada a la hora de decidir qué hacer y qué decisiones tomar a la hora de disfrutar de un verano que va a distar mucho de ser normal. Pero el hecho es que todos necesitamos, en mayor o menor medida, y respetando siempre las medidas de seguridad que se impongan o aconsejen, recargar las pilas para afrontar un otoño que podría ser muy complicado para todos.

Por un lado hace tan solo una semana se nos aconsejaba no cambiar de provincia si no es estrictamente necesario. Por otro vemos como se abre la hostelería, empiezan a llegar vuelos y el gobierno destina más de 4.000 millones de euros a relanzar el turismo nacional e internacional. Se hace difícil saber qué se espera de nosotros. Veamos algunos aspectos que tenemos que tener en cuenta para disfrutar de nuestro ocio con seguridad.

El lavado de manos sigue siendo fundamental mientras el virus continúe presente (debería serlo siempre). El agua y el jabón y el gel hidroalcohólico van a ser artículos de primerísima necesidad durante las vacaciones. Pero un inciso respecto al gel: su uso en la playa puede causar quemaduras, ¡ojo con eso!

El uso de la mascarilla durante la “nueva normalidad” ha sido regulado mediante un decreto-ley. Y sí, sigue siendo obligatoria en espacios cerrados y al aire libre siempre que no se pueda mantener una distancia de 1,5 metros con las otras personas. Desde este artículo tenéis un acceso al decreto completo por si alguien lo quiere consultar.

En principio, salvo que haya retroceso en alguna provincia, ya no hay restricciones a la movilidad entre comunidades autónomas y los servicios de transporte público (o con obligaciones públicas) de viajeros, ya están funcionando. Todas las medidas quedan en vigor hasta que la crisis se de por solucionada. Ya solo restaría apelar a la responsabilidad individual de cada uno.

¿Y qué se puede hacer en Madrid?


Desde el pasado domingo, día 21 de junio, en la Comunidad de Madrid estamos ya, como la mayor parte de España, en lo que se viene denominando nueva normalidad, aunque nuestros responsables políticos la han segmentado en dos etapas; la segunda de ellas empieza el día 6 de julio. En prensa tenéis cumplida información sobre las diversas actividades que se pueden, o no, hacer y datos sobre los aforos con los que va a funcionar cada una de ellas.

De cara al ocio ya están abiertos cines, teatros, auditorios y museos, con un aforo del 60% hasta el 5 de julio y del 75% a partir del día siguiente. La situación en la hostelería es similar con diferentes aforos según hablemos de una fecha u otra, del interior de los establecimientos o de la terraza. Las piscinas, ese alivio que nos queda a muchos madrileños, van a funcionar el 50%, tanto las públicas como las privadas. Los parques infantiles y otras actividades al aire libre estarán abiertos, pero también habrá que respetar ciertos aforos.

En definitiva, será un verano extraño. Disfrutemos de un merecido descanso, pero seamos precavidos.